La sospecha generalizada entre los hombres de que los pechos de sus congéneres femeninas son cada vez más grandes -expresado en frases del tipo "es que les salen antes las tetas que los dientes"- han sido confirmados por sendos estudios, ambos en las antípodas, eso sí.
El pasado de mes de marzo vio la luz un informe realizado en Nueva Zelanda que informaba de un "incremento del 53% en los últimos tres años de las ventas de sostenes de entre las tallas D a J (las grandes, para entendernos) frente a un 2% entre AA y C (las pequeñas)".
Intrigados por el aumento de talla de sus vecinas kiwis, los australianos sacaron la cinta métrica para llegar a similares conclusiones: "El mercado del sujetador se expande, literalmente", afirma News.com.au: el 40% de las australianas compran sostenes de la talla DD o más grande, lo que supone un aumento de tres tallas frente al tamaño más común en la década de los 50: la talla B (para los hombres: pasar de la M a la XL).
Entre los motivos aducidos para explicar el fenomenal aumento de los pechos femeninos están la obesidad, las píldoras contraceptivas y las hormonas ratifícales. Otro indicador aproximado del aumento de los pechos son las operaciones de reducción, que según un cirujano entrevistado en el artículo de News.com también se han duplicado a lo argo de la década.
Enviado por Hiperactivo (¡gracias!) desde aquellas tierras.
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