El cantante de Poison casi es decapitado en directo en los Tony Awards

Brett Michaels, el cantante de la banda Poison, sufrió en la pasada gala de los Premios Tony un aparatoso accidente que le ha dejado postrado en cama con varias fracturas. Todo sucedió en directo, en el Radio Music City Hall de Nueva York, cuando tras interpretar su clásica canción "Nothin' But A Good Time" junto al reparto de la serie "Rock of Ages", un quesito de Trivial de proporciones gigantescas cayó del cielo sobre el solista, siendo literalmente "aplastado" por el decorado, que lucía la palabra "Broadway" en letras de oro.

Neil Patrick Harris anfitrión del evento, dijo que Brett se encontraba bien aunque un poco cascadillo; pero según se ha filtrado por otros medios el cantante, de 46 años, habría sufrido alguna fractura importante que le tendría de muy mal carácter, ya que tuvo que perderse la posterior fiesta del evento. El musical "Rock of Ages" fue el gran derrotado de la gala, al no llevarse ningún premio.

Casi todos fueron a parar a "Billy Elliot", un chaval bailarín que a buen seguro sí que podría haber esquivado el decorado grácilmente. Aunque hay que perdonar al bueno de Brett, ya que su sombrero de ala ancha así como sus extensiones de pelo no le permitieron ver que desde arriba Broadway venía cayendo con todo el peso de la cultura.

Desde aquí queremos mandarle deseos de pronta recuperación y decirle que, aunque toda rosa tiene su espinita, no está sólo en el mundo de las caídas de/desde escenarios. Hace apenas un mes la cantate Alaska, ese tótem cultural del gobierno madrileño, también rodó por el escenario del Palacio de los Deportes para conmemorar los fastos del 2 de mayo.

En lo que ya se denomina "un alaskazo", Olvido se olvidó que el atrezzo es muy puñetero y que lo carga el diablo. Aún así quiso imitar a Almudena Cid con la cinta rítmica y acabó mordiendo el serrín de las tablas al ritmo de "Retorciendo Palabras".

Mario Vaquerizo también se cayó ese día...pero dentro de una marmita de speed.