Un pedo como peaje por cruzar el puente de Montluc

Durante el siglo XV las prostitutas que querían cruzar el puente de Montluc -en el departamento francés de Loira- para ir a ganarse el jornal al otro lado del río tenían que depositar una ventosidad como pago en la "taquilla" del puente. El origen del pedo como forma de pago "probablemente se remonta a las creencias paganas de que las funciones del cuerpo son una suerte de atributos de los seres vivos, y que el sacrificio de esos seres vivos aplacaba a los malos espíritus", según especula Paul Spinrad, autor de este extraño e interesante atlas de la escatología que es la "Guía de Fluidos Corporales".

El libro está dividido en los capítulos Heces, Pedos, Vómito, Orina, Mocos, Menstruación, Saliva y Sudor, cada uno de los cuales está ilustrado por una panorámica histórica sobre el fluido en concreto y una insidiosa encuesta sobre la relación privada de la gente con cada uno de ellos.

Siguiendo con el capítulo dedicado a los gases intestinales, el investigador (el libro incorpora cuatro prolijas páginas de bibliografía), hace referencia al emperador Claudio (efectivamente: el tartaja de "Yo, Claudio"), quien después de conocer la historia de un ciudadano romano que estuvo a punto de morir por contenerse los gases durante la comida, redactó un edicto que permitía la emisión de los mismos en la mesa.

Aunque el edicto de Claudio nunca vio la luz, las inquietudes del breve emperador (41-54 d.C.) tienen un imperfecto reflejo en el tiempo y en el espacio en la tribu de los yanomami, en la selva venezolana, una de las pocas comunidades humanas donde peerse no es de mala educación sino todo lo contrario. Según relata Spinrad, "entre los yanomami el pedo se usa como un saludo (...) Si dos amigos se encuentran y uno de los dos no es capaz de expeler una ventosidad ambos deberán simular que el pedo si salió y comportarse como si tal, no reconociendo jamás su ausencia".

Otros datos que Vd. debería saber sobre ese gaseoso huésped de nuestro sistema digestivo:

-Sólo se requieren diez minutos para que el aire tragado se convierta en un pedo después de atravesar todo el intestino.

-Los pedos in pectore pueden verse a través de rayos X como nubes oscuras junto a la pelvis.

-Los trabajadores de pompas fúnebres masajean el bajo vientre del cadáver para liberar cualquier gas residente. En caso contrario, pueden darse incómodas situaciones del finado tirándose cuescos durante la exhibición del cuerpo con el ataúd abierto.

"Fluidos corporales" es una publicación de Juno Books.