Este ladrón de sex-shops debe actuar por encargo. O, quizá, tiene sus gustos muy claros. El caso es que, después de entrar hasta la cocina del Adultmart, se va directamente hacia dos adminículos ciertamente extraños: un torso succionador y un par de domingas de silicona.
Luego, sale por la otra puerta montado en el mismo coche. Ocurrió el miércoles, en un sex-shop de Ohio. Los daños de la tienda ascienden a 20.000 $, a los que hay que sumar 150 $ de cada producto robado.
"La gente desesperada hace cosas desesperadas", afirma Tracy Holmes, gerente de la tienda, para terminar con un sonoro "¡Menudo idiota pervertido!
Vía Digg
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios