OPINION

Love is in the air: Yehuda y Dashik, los buitres leonados gays, logran ser padres

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La historia de dos polluelos de buitre leonado, hijos de la primera y única pareja de buitres gays de Israel, tiene paralizado al estado hebreo como una telenovela venezolana.

Dashik, padre de uno de los polluelos, y Yehuda, padre del otro, iniciaron hace 10 años un romance que hizo saltar los titulares en medio mundo. Las aves se conocieron en el Zoológico Bíblico de Jerusalén, se gustaron y se enamoraron locamente, como sólo un buitre leonado puede hacerlo.

Los cuidadores hebreos, en vez de lanzarlos al pilón (allí lo hacen mucho con los gays humanos), les dejaron construir su propio nidito de amor y les premiaron con huevo artificial que ambos padres se turnaron en empollar con dedicación.

45 días después, mientras la pareja estaba fuera, les sustituyeron el huevo de coña por un polluelo hembra de buitre leonado, del que cuidaron hasta su crecimiento. Unos años más tarde, sin embargo, la relación se rompió, después de que Yehuda cayera loquito por un buitre hembra nuevo que le hizo replantearse su inclinación sexual.

Dashik entró en una profunda depresión y, finalmente, fue trasladado, con el corazón partío, al jardín zoológico de la Universidad de Tel Aviv. Allí, Dashik también conoció a otra pájara, con la que también estableció un nido para la cría.

"Y aquí viene la más loca de las casualidades", afirma Michal Erez, jefe de la sección de aves en el zoológico de Jerusalén. "Los cónyuges de Yehuda y Dashik pusieron un huevo el mismo día, y tras el periodo de incubación que también comenzó el mismo día, nacieron dos polluelos hembras exactamente del mismo peso. Nunca he visto a dos crías del mismo peso y menos que nacieran de parejas diferentes".

Hace dos semanas, cuando las chicas llegaron a los 8 kg., fueron trasladados a la pajarera de las aves adultas del Zoológico Bíblico de Jerusalén, el centro que recibe todos los huevos puestos por los buitres en cautiverio de todo el país. Pero cuando las otras rapaces se dieron cuenta de la nueva pareja, las atacaron violentamente, por lo que tuvieron que ser separadas.

Hoy en día, las dos habitan una jaula propia y se hacen compañía la una a la otra. Compañía que a buen seguro acabará en roce e, indefectiblemente, en la primera pareja de buitres lesbianas, a la sazón, hijas de la primera pareja de buitres gays. Superen eso.

¿Quién detiene palomas al vuelo, volando a ras de suelo, mujer contra mujer?

Vía Haaretz

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