OPINION

Se declara culpable de conducir su sillón reclinable tuneado bajo los efectos del alcohol

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Recreación del acontecido rodado en circuito cerrado

La-Z-Boy es una de las marcas de sillones más vendida del mundo. Creadores de la primera butaca reclinable en 1927, los americanos son un clásico en los salones anglosajones. Y ahora también en los cuartelillos de la policía, después de que Dennis LeRoy Anderson, de 62 años, se declarada culpable el lunes en San Louis en relación a unos hechos acaecidos el pasado 31 de agosto de 2008, cuando salió a dar una vuelta con su La-Z-Boy motorizada y, tras volver de la taberna, su sillón golpeó a varios coches estacionados.

El sillón, customizado por Dennis en su garaje, estaba propulsado por un motor Briggs & Stratton procedente de una cortadora de césped. También contaba con un equipo de música, portavasos y opciones personalizadas, incluyendo diferentes niveles de potencia, así como con faros y luces varias.

Una pegatina de la National Hot Rod Racing Association adornaba el reposacabezas de la silla, la cual se dirigía con un volante pequeño (alrededor de un tercio del volante de un carrito de golf) colocado en el centro de la La-Z-Boy, como si fuera la palanca de dirección del avión del Barón Rojo.

Según la denuncia penal, Anderson llevó su sillón motorizado por la carretera y lo dejó aparcado cerca de un bar. Tras consumir aproximadamente "ocho o nueve cervezas" (su nivel de alcohol en sangre dio 0,29, más de tres veces el límite legal para conducir), Dennis LeRoy decidió regresar a casa, cuando "estando conduciendo la silla una mujer saltó sobre él y desvió el vehículo de su curso, chocando contra unos coches".(Dejamos a cada uno imaginar quién era esa chica y, sobre todo, con qué gritó se avalanzó sobre el viejo Dennis)

El Procurador Fiscal de la ciudad, Ronald Envall, dijo que, en virtud de la ley de Minnesota, es delito conducir este tipo de vehículos de motor bajo la influencia del alcohol o drogas. Dennis LeRoy Anderson ha sido condenado a 2.000 dólares de multa y dos años de libertad condicional vigilada. Además deberá someterse a evaluaciones periódicas sobre su dependencia química y abstenerse de tomar alcohol o fármacos sin receta. Y a 30 días de vigilancia electrónica.

También tendrá que renunciar a que su La-Z-Boy tuneada participe en ninguna prueba de la NASCHAIR, ya que que será subastada junto con otros vehículos de motor confiscados por la policía.

Fuente TwinCities.com

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