El Ayuntamiento de Madrid está ultimando la instalación de un sistema de videovigilancia en el barrio de Lavapiés: 48 cámaras, una en cada esquina. Los vecinos (algunos vecinos) se han alzado contra lo que consideran (consideramos) otro paso adelante hacia el Gran Hermano y han decorado las calles con decenas de carteles y pintadas advirtiendo contra las cámaras. Fiel a su eclecticismo, el barrio ha preferido una miríada de mensajes a una "campaña corporativa". El blog Un Barrio Feliz convocó el pasado mes de septiembre un concurso de carteles, del que han salido algunas joyas, como el de Camarón contra las camarillas, segundo puesto después del muy incisivo de Cristina Rivera.
Bien es sabido que la videovigilancia nos hace a todos un poco menos libres a cambio de una mejora anecdótica en la seguridad, como bien ha demostrado la experiencia de Londres, la ciudad más videovigilada del planeta, donde 1.000 cámaras sirven para atrapar un solo ladrón.
Aquí puedes ver una galería de algunos carteles que encontré en el barrio. Aquí la galería "oficial".
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