Demanda a cara de perro a toda una ciudad por ponerle de salvapantallas del jefe

Jackie Wilson es un empleado del Departamento del Agua de la ciudad de Fort Worth (Texas) al que no le gustan nada las bromas. Tan poco, que ha presentado una demanda formal en contra de la ciudad después de que sus compañeros le gastaran una cuchufleta que él mismo considera altamente maliciosa.

Según Jackie Wilson y su abogado, no se hizo lo suficiente para tomar las medidas disciplinarias pertinentes contra los responsables del incidente, de ahí que haya decidido sentar en el banquillo directamente al Ayuntamiento. Wilson afirma que fue ridiculizado y "humillado" por tres supervisores de su trabajo, dos de los cuales se unieron para crear unas fotos suyas retocadas por Photoshop.

En las instantáneas, el Sr. Wilson aparece transmutado en perro, mientras vigila la entrada de una vivienda. "Tuvieron que tomarse su tiempo para hacer semejante retoque", reconoce el moralmente agredido. También afirma que se mandaron versiones en color de la foto por correo electrónico a otros empleados municipales y, lo que realmente colmó el vaso, pusieron una de las fotos como protector de pantalla en el ordenador del gerente.

"Imagínate que vienes a trabajar y te encuentras con una foto mía, convertido en perro, que te mira desde la pantalla" expone Wilson para ilustrar el momento en que el jefe se lo encontró de wallpaper perruno. El ayuntamiento no tardó en tomar medidas disciplinarias contra los autores: Darrell Gadberry fue suspendido 5 días, su compañera Lori Jones dos días y Lucas Coffman fue amonestado por escrito.

Sin embargo, el abogado de Wilson afirma que la ciudad no ha castigado a los bromistas suficientemente. "Creemos que los castigos no son duros", dijo Edmonds. "Mi cliente no quiere volver a trabajar bajo las órdenes de unos supervisores que se burlan de él".

Jackie Wilson, que lleva 10 años como jefe de un equipo de reparación de canalizaciones de alcantarillado, quiere una compensación por angustia emocional, y que se le abonen los 10 días que se tomó de baja hasta que la estela de la broma dejó de azotar a toda la plantilla del Departamento del Agua.

"Yo no creo que sea una broma. Es una putada", concluye Wilson.

Visto en la Fox