El caballero del traje se llama Irv Rosenfeld y se fuma entre 10 y 12 porros de marihuana diarios. Es algo que lleva haciendo desde hace 27 años, con lo que se ha podido fumar la friolera de 115.000 canutos, lo que le convierte en el plusmarquista oficioso del mundo en consumo de cannabis (aunque más de un rastafari e incluso alguno de Moratalaz podría objetar esta plusmarca). Lo mejor de todo es que Irv no ha pagado un solo dólar por ellos: todos han sido provistos por el Tío Sam.
Ronsenfeld sufre una rara y dolorosa enfermedad llamada exocitosis cartilaginosa múltiple congénita. En 1982 se acogió al Programa de Investigación de Nuevos Medicamentos de la FDA, el departamento de investigación farmacéutica del gobierno, que empezó a suministrarle marihuana cultivada en el campus de la Universidad de Mississipipi con intención de mitigar su dolor. Ronsefeld, que entre canuto y canuto es agente de bolsa, acude a la farmacia de la universidad a recoger su medicina: 300 porros cada 25 días.
"Lo primero que hago cada mañana es fumarme dos porros mientras veo los programas de negocios. Luego un tercero mientras conduzco al trabajo", cuenta Rosenfeld a NBC Miami. "Si no fuera por la marihuana no estaría vivo. Es la única medicina que tomo. Y estoy en una forma física estupenda gracias al cannabis".
El programa de tratamiento federal de marihuana finalizó en 1992, aunque 12 estados de la unión siguen proveyéndolo localmente.
Más plusmarquistas de la necia droga: se metió 40.000 pastis en 9 años (y un Támesis de Red Bull).
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