OPINION

Leonid Murlyanchik, el hombre que construye su propia línea de metro tirando de pensión

METRO4
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Algunas personas gustan de recoger trenes de juguete para rehabilitarlos y ponerlos en una vitrina; otros se pirran por la construcción de ferrocarriles complejos a escala perfectamente funcionales, donde montar a la familia para dar una vuelta por la parcela mientras hace chu-chú.

Pero lo de ruso Leonid Murlyanchik supera por la banda a todas estas formas de ocio-ferroviario: desde 1984 lleva construyéndose una línea de metro con sus propios medios, en la actualidad pagando los materiales con su pensión.

La línea, que no está concluida, circula bajo las casas de sus vecinos, donde no ha abierto estación pero sí que ha dejado el hueco para acondicionarla en caso que éstos quieran utilizar el metro una vez terminado. Aunque la línea no circula a mucha profundidad (alrededor de 10 metros), Leonid la ha asegurado para que resista el peso de camiones de 60 toneladas circulando por la superficie.

La boca del metro de Leonidas

Con su ritmo de trabajo el constructor avanza 1 metro diario, mientras debe esperar tres días más para el fraguado del hormigón y el asentamiento del arco de sujeción.

Lo más sorprendente, además del colosal trabajo que ha hecho un hombre en solitario, es que Leonid ha conseguido la licencia de obras gracias a cumplir escrupulosamente con las normas constructivas de seguridad, como un túnel paralelo de evacuación que circula parejo a la línea principal, por si ocurre alguna desgracia en el viaje y hay que salir por patas por el granero del vecino.

Tras 25 años de trabajos ininterrumpidos, está a punto de terminar los túneles y comenzar a plantar las vías. Que llegue a tiempo a ver partir el primer convoy desde el suelo de su cocina ya es otra historia; una historia que sólo el tiempo podrá desvelar...

¡Ánimo Leonid, todavía puedes subirte a ese último tren!

Vía English-Russia

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