OPINION

Carla Zilbersmith, una comedia musical acerca de la muerte

CARLA3
CARLA3

"Para aquellos de ustedes que no lo saben, me diagnosticaron la enfermedad de Lou Gehrig hace un par de semanas .... y no me gusta el béisbol. Me hubiera gustado mucho más una enfermedad de baloncesto. Quizá la enfermedad de Wilt Chamberlain. Es una enfermedad en la que tienes relaciones sexuales 20.000 veces y luego te mueres"

Cantante, actriz, comediante, blogger y madre, la californiana Carla Zilbersmith hizo lo posible por no dejar que la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que le detectaron en 2007, una enfermedad neurodegenerativa progresiva, apagara su inmenso sentido del humor.

Carla murió el 17 de mayo de 2010, a la edad de 47. Pero en su funeral, había una sorpresa final: un vídeo que había mantenido en secreto durante más de un año, incluida a su propia familia, que hizo público durante su entierro entre lágrimas del público y, sobre todo, risas del respetable.

Carla es el tema central del documental, recién estrenado en Toronto, "Leave Them Laughing: A Musical Comedy About Dying" ("Dejad que se rían: una comedia musical acerca de la muerte") un conmovedor retrato de Carla Zilbersmith, dirigido por el oscarizado director de documentales John Zaritsky, que nos guía en la etapa final de su enfermedad mortal, un documento contado con sabiduría y humor que en ningún momento reclama el amor o la simpatía de la audiencia; simplemente huye del empalagoso sentimentalismo que suele acompañar este tipo de últimas voluntades.

Zilbersmith, que vivía en Berkeley, California, era una comediante conocida por sus auto-parodia, alguien que es capaz de contar su propia historia, incluso muerta, con sorprendente sabiduría e inteligencia. En la película, que se hilvana junto con vídeos de actuaciones de Carla, entrevistas y fragmentos de su vida donde se ve como canta en clubes de jazz, plenamente consciente de que con la disminución de su fuerza, cada nota podría ser la última.

También la vemos con su hijo, liberando globos de helio por el balcón, mirando juntos los tatuajes que se hizo en los pies (ponían "out of order") cuando se quedo sin poder andar, disfrutando de las cosas sencillas con la fuerza y determinación de las que ya no tienen nada que perder... La misma determinación que le llevó a practicar las más altas cotas de humor negro destilado con su propia persona hasta anunciar en su blog que cuando ella muriera, lo pondría en Facebook para que todo el mundo lo supiera.

Y no mentía cuando lo dijo, pues éste es su obituario, que conoció todo el mundo a través de Facebook, a la vez que su familia en el mismo momento en que la enterraban...

Fuente: El blog de Carla Zilbersmith, donde cuenta a sus lectores los últimos momentos de su vida y también como grabaron el vídeo con alegría y desparpajo, como se puede ver en este making off:

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