OPINION

David Vs Goliat: Coca-Cola impide a un ganadero comercializar su leche con sabor a cola

COLA
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De todos es sabidos que la mezcla de un vaso de leche con un vaso de coca-cola es el segundo via-crucis estomacal después de la ingesta de Bayleis con tónica: aunque las leyendas urbanas afirman que "la diabólica mezcla se solidifica en el estómago propiciando la muerte inmediata entre estertores de dolor abdominal", lo cierto es que si se mezcla la coca-cola con la leche lo único que pasa es que los nudillos se quedan rojos...de estar agarrado durante horas en la taza del váter.

Por eso el ganadero neozelandés Richard Revell pensó que lo mejor sería carbonatar la leche y añadirle el sabor secreto de la cola para hacer grande su bebida "MO2", que no deja de ser leche gasificada con sabor a cola o limonada (más bien fanta limón).

Richard Revell se ha pasado seis años perfeccionando una máquina de carbonatación de leche en su granja después de experimentar una súbita caída de las ventas de leche en el país de Hobbitón. "Me preguntaba cómo podía hacer para que la leche pareciera más interesante y poder vender más. Nos dimos cuenta que la diversión de los refrescos proviene de las burbujas, así que empezamos a carbonatar la leche".

El resultado fue "MO2", sonido vacuno en forma de latas de leche con sabor a cola de 250 ml. Pero Coca-Cola se enteró. Más concretamente cuando el ganadero puso un tenderete en la Fieldays Nacional en Hamilton, una feria alimentaria. Más concretamente instaló su tenderete en la carpa de la Innovación Kiwi; aunque sólo fue unos minutos, hasta que los responsables de la feria, que atrae hasta 140.000 visitantes, le dijeron que su producto violaba su contrato con la empresa de bebidas internacional de la chispa de la vida, debido a un acuerdo de proveedor exclusivo de Coca-Cola con la feria.

"Estábamos tratando de promover un producto lácteo de fabricación local en una carpa dedicada a la innovación Kiwi. ¿Dónde está la contradicción comercial?" clama el Sr. Rewel. Sin embargo, aunque no le dejaban vender su bebida, la feria sí que le permitía dar degustaciones de leche-cocacolada en formato chupito.

Suzanne Clarkson, una portavoz de Coca-Cola, que probó su propia bebida de leche con gas en los EE.UU el año pasado, afirma que no "hemos prohibido el Sr. Revell su bebida, es bienvenida. Él simplemente que no puede vender su producto porque tenemos un contrato de patrocinio exclusivo con la feria, nada más".

La causa de Revell ha sido descrita como un "David contra Goliat" en los medios locales y han apoyado al ganadero, facilitándole instalar su puesto en la calle de una de las entradas principales a la feria, en un terreno ofrecido por una empresa de fertilizantes.

Vía ABC

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