OPINION

El día que las chinches aparecieron en Victoria’s Secret: ¿El fin de la civilización tal y como la conocemos?

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"Sleep tight, don't let the bedbugs bite", algo más que una frase hecha en NY.

La chinche es un parásito que encuentra su hábitat en los cálidos pliegues de las sábanas, alimentándose de la sangre del durmiente humano de turno. Gracias a las mejoras en la higiene privada y al DDT las chinches fueron progresivamente expulsadas de las alcobas de los países desarrollados durante la segunda mitad del siglo XX. ¿Qué ha fallado entonces para que en varias tiendas de lencería de Nueva York sufran una plaga del incómodo hemíptero?

Al menos dos tiendas de Victoria’s Secret y Abercrombie y Fitch han sido temportalmente clausuradas por la invasión de las chinches (“bedbugs”). Ambos establecimientos afirman haberse desecho ya del insecto pero, según avisan en el CSMonitor, se trata sólo de la punta del iceberg del “tenaz retorno de la chinche”.

Las chinches se habían erradicado en EEUU hace medio siglo, pero hace 5 años empezó su retorno, como avisaba MSNBC: “No es un secreto que las chinches han retornado”. Tal es la pujanza del chupóptero que el año pasado se formó en Nueva York un comité de expertos de la chinche con objeto de prevenir su expansión. Las reclamaciones y avisos por chinches en la ciudad de los rascacielos han pasado de 500 en 2004 a más de 10.000 en 2009. El ayuntamiento neoyorkino obliga ahora a los propietarios de las viviendas a informar sobre el “historial de chinches” de la propiedad a potenciales inquilinos.

La plaga de chinches no se limita a EEUU sino que parece ser global. Según un entomólogo citado en el artículo del Christian Science Monitor, “acabamos de finalizar una encuesta entre 1.000 empresas de control de plagas de 43 países y hemos encontrado los mismos resultados”. El pasado mes de marzo, un responsable de sanidad tuvo que retractarse de una afirmación sobre una supuesta plaga de chinches en los hoteles de Madrid. Las empresas de control de plagas españolas han detectado incrementos de hasta el “50% de sus servicios de exterminio de chinches” en el área mediterránea.

Parece que la batalla va a ser reñida. Las chinches que sobrevivieron a la ofensiva del DDT en los años 50 se hicieron resistentes a la familia más eficiente de los pesticidas, los piretroides. Aunque las aspiradoras y la limpieza al vapor de las ropas son armas eficientes para exterminar las chinches, los pesticidas siguen siendo el arma esencial para su erradicación.

Visto en el Monitor de Ciencia Cristiana.

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