OPINION

Tiburón de coña devora a estatua de surfista, también de coña

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El artista californiano Matthew Antichevich obtuvo en 2007 el encargo de la Sociedad Botánica de Cardiff (San Diego) para que creara una estatua que rindiera homenaje a los surfistas locales. Por desgracia para la comunidad surfera del lugar, así como para el escultor, los resultados no fueron del todo lo bueno que cabría esperar.

En primer lugar, el título de la obra es ligeramente desacertado: "Magic Carpet Ride" (cabalgando la alfombra mágica). En segundo, las manos de la persona que practica surf son una reminiscencia de Miki Dora, pero de una manera diez veces afeminada ( Miki Dora fue un icono surfista en los años 60, que surfeaba de manera "pausada"), lo que “degrada” la imagen de macho que los surfistas piensan que su deporte debe proyectar.

Y en tercer lugar, la estatua ha costado algo más de 100.000 €, que es lo que más ha calentado a todos. Así, desde que se terminó la última soldadura no han parado de hacerle bromas, colgándole aparejos de pesca, disfrazándola de mujer y hasta haciendo que fuera devorado por un gran tiburón blanco de cartón piedra, como ocurrió el sábado pasado.

The Cardiff Kook (como ya se conoce popularmente al conjunto escultórico) nunca antes se había vestido así, afirma el fotógrafo de Surfer Magazine, Rob Gilley. Y es que la famosa estatua de la carretera 101 se caracteriza por ser engalanada con cualquier cosa, desde un bikini a una falda hula, y pasando por varios tutús de bailarina, una máscara de lucha libre y hasta con la equipación completa de un tenista.

Pero la expresión artística nunca antes había sido tan elaborada. Unos campistas que estaban cerca a San Elijo State Beach afirman que escucharon un alboroto cerca de la estatua a las 4 de la madrugada, pero no vieron ni oyeron cómo los bromistas fueron capaces de poner el tiburón gigante alrededor del surfista. Aún así, las autoridades afirman que no se han presentado cargos por vandalismo, debido a que no existe señal de daño a la estatua.

Sin embargo, algo se cocía alrededor del surfista desde hace días. De hecho el tiburón no apareció sin previo aviso. A principios de la semana pasada se pudo observar unas grandes aletas de tiburón colocadas en el otro lado de la carretera, a lo largo de San Elijo Road. Hace tres días, las aletas se trasladaron más cerca de la estatua, como si el tiburón diera vueltas sobre su presa. Al final, en la madrugada del sábado, se produjo el ataque.

Una costura a lo largo de las grandes mandíbulas del tiburón indica que fue transportado en dos trozos grandes que luego se pegaron. La perspectiva desde la carretera hace simular que el escualo emerge directamente de la superficie del océano, en un efecto parecido al de una infinity pool.

La broma estaba prevista que fuera levantada hoy, pero algunas de las personas que la vieron ya han firmado una petición a las autoridades pidiendo que se mantenga el tiburón para siempre.

Vía San Diego News

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