OPINION

Una reserva sudafricana proyecta envenenar los cuernos de los rinocerontes para detener la caza furtiva

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Veneno contra la superstición. Los supuestos poderes afrodisíacos del cuerno de rinoceronte están llevando a este animal al borde de la extinción. En lo que va de año los cazadores furtivos han abatido 150 rinocerontes en Sudáfrica, sólo para arrancarles el cuerno, por el que pueden obtener 60.000 euros en China.

El dueño de la Reserva de Leones  y Rinocerontes, cerca de Johanesburgo, ha decidido tomar una medida tan drástica como polémica: inyectar en los cuernos de los rinocerontes suficiente cantidad de veneno para matar o enfermar gravemente a quien consuma el cuerno, pero resulte inocuo para el animal.

Los grandes beneficios que brinda la caza de rinocerontes han permitido a los furtivos a equiparse con helicópteros, GPS y sistemas de visión nocturna. Según relata la corresponsal de Sky en África, Emma Hurd, “cada rinoceronte en Sudáfrica se ha convertido en un objetivo” de los cazadores.

Según explicó a Sky News Ed Hern, dueño de la reserva, “la intención es matar o enfermar seriamente a quien consuma el cuerno. Si alguien en China enferma violentamente después de consumir cuerno de rinoceronte, no lo va a volver a comprar”. Para conseguir este objetivo, “estamos inyectando un poco de la sustancia cada día en uno de los rinocerontes, y estudiando rigurosamente los efectos sobre su salud”. La sustancia a la que se refiere Hern es el cianuro, que puede resultar mortal con sólo ingerir 50 miligramos.

El plan de Ed Hern ha causado “consternación” entre los conservacionistas en Sudáfrica, por los efectos que el cianuro pudiera tener en la salud de los animales. “El plan puede parecer intolerable, se defiende Hern, pero lo realmente intolerable es encontrar el cadáver de un rinoceronte con su cuerno arrancado”.

El cuerno del rinoceronte está hecho de queratina, la misma sustancia de las uñas y el pelo humanos, y carece de cualquier valor médico, como ha demostrado repetidamente la investigación científica. Sin embargo, el mito sobre sus propiedades afrodisíacas sigue impulsando el comercio, la caza furtiva y quién sabe si la extinción del poderoso animal.

Visto en swns.com. Noticia de Sky News, con vídeo.

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