OPINION

La “mujer flamenco” está obligada a tener la pierna doblada constantemente...pero aún le quedan fuerzas para sonreír

JO1
JO1

Joanne Day es una fisioterapeuta británica con una raro trauma neurológico que la ha hecho ser conocida como “The Flamingo Lady”. Desde hace años está obligada a permanecer con la pierna doblada sobre su torso debido a una enfermedad debilitante conocida como distonía, en la que un trastorno neurológico psicomotriz produce contracciones musculares sostenidas que causan movimientos repetitivos o posturas anormales.

La enfermedad no tiene tratamiento y por ahora sólo se puede minimizar los síntomas del trastorno ante la imposibilidad de una cura. Joanne Day sufrió un accidente de patinaje cuando era adolescente, en noviembre de 1989; se fracturó el codo izquierdo y esa fractura desencadenó la enfermedad. Desde entonces, sufre los espasmos musculares.

Aunque fue hace 3 años cuando experimentó el más fuerte, que le dejó la pierna pegada a su cuerpo. La agonía constante que provoca esta posición significa que sólo puede moverse con muletas y conducir un coche automático. Con 36 años de edad, ha descartado otra cirugía en su pierna ya que los espasmos musculares podrían extenderse a otras partes de su cuerpo más peligrosas, según los médicos.

“A menudo, la gente me dice "¿Por qué te quedas así?”, afirma Joanne, que no son pocas las veces en que se encuentra con personas a la que tiene que explicar que la extraña posición no es cosa suya. Es inevitable que caiga algún chiste chistes sobre flamencos de vez en cuando, y aunque por supuesto que a veces se ha enfadado mucho, ha optado por mantener el sentido del humor sobre este asunto. "La risa es la forma en que tengo de superar un montón de cosas que me han pasado."

Su risa es otro ejemplo de superación; también es una lucha para esta mujer intentar esbozar una sonrisa. En su estado actual, además, se le contorsiona el lado izquierdo de su boca, convirtiendo en un suplicio el simple hecho de masticar los alimento correctamente o decir ciertas palabras.

Y más cuando recuerda que, en las primeras fases de la enfermedad, nada más romperse el codo, su hombro izquierdo se juntó contra su barbilla, haciendo que pareciera como si constantemente estuviera usando un teléfono. Sus contorsiones de hombro duraron dos años antes que, tras pasar por otras posturas, terminara sujetada por una sola pierna como los flamencos.

"Los médicos me dijeron que tenía distonía y que no había cura conocida. Me informaron que existían algunos medicamentos, pero que probablemente me harían más mal que bien. Es increíblemente doloroso y necesito morfina constantemente”, afirma la mujer.

Su situación, sin duda, ha cambiado su vida, pero Joanne sigue tratando de vivirla al máximo tanto como sea posible. Tiene un coche y vive por su cuenta. Le encanta la ropa, su perro y el año pasado se sacó el título de fisioterapia, para intentar mejorar un poco más su calidad de vida. Desde su diagnóstico, Jo se ha sometido a más de 60 cirugías para detener las contorsiones extrañas a las que su cuerpo la somete.

"Que tenga una discapacidad no significa que no puedo hacer las cosas, sólo significa que las hago de manera diferente. Lo único que me está resultando verdaderamente difícil es tener una relación, pues muchos hombres encuentran mi condición difícil de aceptar y entender. Mi actitud, sin embargo, es ser positiva y fuerte, que es mucho más gratificante que pasar todo mi tiempo pensando que ésto ha arruinado mi vida".

Vía Mirror

Mostrar comentarios