Lin Feng todavía recuerda horrorizado el estado de su vivienda, mientras los servicios de emergencia buscaban a su perro entre los escombros. Mejor habría que decir “lo que queda de su vivienda”, pues su casa fue aplastada por una roca gigante después de que un vecino diera un portazo en la puerta de entrada, provocando una avalancha que cayó sobre la construcción.
El Sr. Feng, de 52 años, había construido su casa bajo una gran roca en la provincia de Sicuan, en el sur de China, para que siempre tuviera sombra fresquita y quedara al abrigo de los vientos locales. Y también tirando un poco de feng-shui del bueno, que dicta que las casas deben ser construidas de espaldas a una montaña, para sentir la protección de ésta.
Pero nadie le avisó que esa protección se quedaría en baldía ante la fuerza de su vecino Chen Yu a la hora de cerrar las puertas.
El vecino fue simplemente a visitar a su compadre, pero, tras entrar, se encontró “al perro de Lin Feng, que intentó morderme tan pronto como me metí en la casa”. La reacción de Chen Yu fue salir de allí a toda prisa, mientras impedía el paso al perro que le perseguía dando un portazo de dimensiones macanudas.
“Feng me siguió pero mientras salía hemos escuchado un terrible crujido, para después observar como una gran roca caía sobre la casa, que desapareció frente a nuestros ojos". El dueño de la casa fue trasladado al hospital del susto y algunas magulladuras, mientras se recupera y se prepara para otro susto, esta vez vestido de uniforme policial.
Al parecer la casa había sido construida sin ningún permiso y las autoridades ya le esperan en el lobby del hospital para cargarle una buena multa, así como los gastos de las labores de rescate y desescombro.
Vía Croatian Times
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