Un día de enero de 2006, el director de cine Werner Herzog iba conduciendo su coche por una carretera de Los Angeles cuando presenció un accidente: el coche que iba delante se salió de la calzada, chocó con otro vehículo y quedó boca abajo en el arcén. Herzog detuvo la marcha para ayudar a los accidentados y vio que el ocupante del coche volcado no era otro que el actor Joaquin Phoenix, a la sazón su vecino.
Según relató en su día Phoenix, que últimamente ha retornado a la fama gracias al estreno del falso documental “I’m still here”,
“Oí que golpeaban en la ventana del pasajero y un hombre con acento alemán me dijo: “Relájate”. El airbag había saltado, así que no veía nada, y respondí: “Estoy relajado”. Finalmente bajé la ventanilla. El hombre asomó la cabeza y dijo: “No, no lo estás”. Entonces le reconocí: “¡Ese es Werner Herzog! Hay algo relajante en la voz de Herzog, así que en ese momento me sentí a salvo.”
Lo que no contó el actor fue el detalle del cigarrillo, que sí fue recordado por el peliculero Werner Herzog en una comparecencia pública dos años después: “Vi que Phoenix iba a encenderse un cigarrillo y no se daba cuenta de que la gasolina estaba cayendo fuera del coche. Así que le confisqué el mechero, rompí la ventanilla trasera y arrastré su cuerpo fuera”.
En un retruécano pop, aquella historia ha sido llevaba a la animación por Sascha Ciezata, autor del “Cuando Lynch conoció a Lucas”. Ciezata ha utilizado la propia voz de Herzog en aquella rueda de prensa para construir este curioso corto de animación low-tech:
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