OPINION

Ian Poulter ofende a los aficionados al golf al desayunar cereales en la copa de la Ryder

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Cualquiera que haya visto jugar al golfista británico Ian Poulter seguro que una de las primeras cosas que mira son sus pantalones brillantes y estampados, así como sus gafas de sol a juego. Se nota que no es un jugador más del circuito, uno de esos deportistas que lucha por destacar tirando de controversia a pesar de la mediocridad de su juego.

Y lo consigue. Dentro y fuera del campo, donde los aficionados también le han cogido ojeriza por permitirse la libertad de empezar el día con la piedra angular de todo nutritivo desayuno golfista: un buen puñado de Cheerios flotando en el tazón de la Ryder Cup.

El golfista, de 34 años, que participó en la victoria europea, tenía la copa de la Ryder momentáneamente pues debía llevarla a un cena benéfica unos días después; pero antes de la cena, ya lo dicen los nutricionistas, siempre viene el desayuno...

El vídeo, subido a su página de Twitter, muestra al golfista preparando su desayuno con esmero y comiendo sus cereales dentro de la copa, mientras es acompañado de sus hijos (que también meten cuchara) en su mansión de Orlando. Ian asegura en la imágenes que "éste es el desayuno de los campeones de la copa Ryder. Después de echar los cereales, verter sobre ellos la leche y ya los puede comer en su cocina”.

Inmediatamente después de la publicación del vídeo, las páginas de aficionados al golf indignados comenzaron a bullir. Como era de esperar, el vídeo atrajo rápidamente infinidad de comentarios, que van desde aquellos que dicen que la chanza era divertida (los menos), a los que dicen que fue una falta de respeto y que Ian Poulter se quemará en 'el infierno de golf' por sus acciones (la mayoría).

Según expertos golfistas británicos, todos los jugadores del mundo sueñan con conseguir poner sus manos en ese premio y creen que si lo hicieran lo tratarían con más respeto. "He oído hablar de beber champán de la copa para celebrar la victoria, pero desayunar Cheerios es ir demasiado lejos”, afirma Gary Silcock, el director del campo de golf “The Belfry”, el hogar espiritual de la Copa Ryder, que dice que está realmente sorprendido por la última travesura de Poulter.

[Vía]

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