Se llama La Parrilla del Ataque al Corazón (Heart Attack Grill) y su nombre va totalmente en serio. En este restaurante de Arizona (EEUU) se sirven algunas de las hamburguesas más grasientas del orbe, incluyendo las afamadas Bypass Doble, Triple y Cuádruple (a razón de un bypass por hamburguesa) y las patatas fritas en grasa. Los comensales que superen los 160 kilos puede llevarse algún kilo extra por la patilla: comen gratis.
La publicidad del Heart Attack Grill hace mofa de los consejos médicos en torno a la dieta saludable: “No hay trucos: te garantizo una progresiva ganancia de peso. A base de hamburguesas Bypass Doble, cerveza fría y cigarrillos tendrás una dieta que te llevará la vida”, dice en el anuncio Jon Basso, ataviado de médico. Basso ha sido nutricionista en una cadena de centros de pérdida de peso en Oklahoma. Ahora se ha pasado al Lado Oscuro.
El restaurante ha contratado a un peso pesado para que sea su imagen: Blair River, un gigantesco hombretón de más de 2 metros y 300 kilos de peso, a sus escasos 29 años. River fue campeón de lucha libre (categoría pesos pesados) en 1999 y actualmente es asesor financiero en la Universidad de Phoenix. En su trabajo como modelo para Heart Attack Grill ha logrado un contrato de 100 dólares la hora…y todas las hamburguesas que quiera comer. De hecho, recalca el dueño, River ya era cliente habitual del restaurante, donde suele deglutir un par de hamburguesas, con bien de papas y Coca-Cola. Un cuerpo así no se esculpe con berros.
En el restaurante no hay una sola concesión a una dieta saludable: en lugar de ensaladas hay barra libre de patatas fritas en grasa. Tampoco se sirve Coca-Cola Light. Mariconadas, las justas. La hamburguesa Bypass Cuádruple lleva 8.000 calorías por los menos de 10 euros que cuesta.
Para darle una vuelta de tuerca extra a la metáfora, las camareras de Heart Attack Grill van ataviadas como enfermeras. Con un cinismo a prueba de arterioesclerosis, Basso dice ante las cámaras: “Tengo el restaurante más honesto del país. Yo les digo a mis clientes: ojo, esto te va a matar”.
La hamburguesería de Basso no ha inventado nada nuevo en esto de la mercadotecnia provocadora. En 1991 se lanzó en Gran Bretaña la marca de cigarrillos Death, que decía a las claras lo que el resto suele ocultar: fumar esto te va a matar. Como era de esperar, la marca fue acogida con alborozo entre los fumadores, esos suicidas a cámara lenta.
Visto en Az Central, vía Neatorama.
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