Algo así le debió decir la comadrona del hospital Gondal en Gujarat (India) a Sonal Waghela, la madre del niño de la foto, que acredita una cabeza de 2,15 kilos. La buena mujer se desmayó al ver por primera vez a su hijo, según relata el dario indio Mid Day. El niño está siendo alimentado con la leche de otra madre, pues Sonal no quiere ni acercarse al recién nacido.
El desorbitado tamaño de la cabeza del bebé se debe a la acumulación de agua dentro del cerebro durante el embarazo, según relata el doctor Thumer, el médico que atendió el parto. Los niños nacidos con esta malformación excepcional pueden salvarse si se practica una cirugía cerebral. En caso contrario, morirá en el plazo de seis meses.
Visto en Mid Day.
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