OPINION

Rescatan a un ciclista al borde de la congelación: “Nunca pensé que haría tanto frío en Siberia”

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El ciclista teutón y Siberia: abocados al desentendimiento.

Todo el mundo sabe que la venganza es un plato que se sirve frío en Siberia. Todo el mundo menos el despistado ciclista alemán que decidió cruzar Siberia en pleno invierno para “ver el lago Baikal”. Sven Riedel, mecánico de 37 años, fue rescatado al borde de la congelación a 300 kilómetros de la ciudad de Ulan-Ude. El hospital ha conseguido salvarle los dedos, que parecían condenados a la amputación, después de pasar una noche a -35 grados en mitad de la estepa siberiana y sin el equipamiento adecuado.

Según informa la agencia oficial de noticias RIA Novosti, Riedel es un ciclista experimentado y ha pedaleado en otras ocasiones por la península de Escandinavia, aunque no estaba preparado para el frío extremo de Siberia: “Nunca pensé que haría tanto frío”, declaró el teutón desde el hospital en el que se recupera, cerca de Buryatia.

Riedel, que no habla ruso, fue rescatado por un conductor local, que le convenció de que subiera en el coche cuando el alemán ya había montado su tienda de campaña Quechua. El buen siberiano llevó al ciclista al hospital, donde los galenos decidieron amputar varios dedos de las manos y los pies del hombre. Sin embargo, sus extremidades se recuperaron bastante bien de la congelación y, por fortuna, no fue necesario recurrir a la mutilación.

Visto en The Local. La foto de Sven Riedel la encontré aquí.

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