Un empresario tendrá que indemnizar al empleado que le robó por humillarle en público

Foto de Peter Lawson, de East News.

La imagen que encabeza esta noticia y que aparece publicada en Telegraph es suficientemente elocuente: el hombre con el cartel es Mark Gilbert, empleado de Simon Cremer, que aparece a la derecha. El cartel dice: “Ladrón. Robé 845 libras y voy camino de comisaría”. Cremer, propietario de una pequeña empresa de instalación de suelos, arrastró a su díscolo empleado por las calles de Witham en Essex, para dejarle en manos de la policía.

Gilbert, de 40 años, había firmado un cheque de la empresa para cambiarlo en Cash Converters por ese importe, algo más de 1.000 euros, en octubre de 2008. El empleado admitió ante la policía el delito y fue puesto en libertad bajo fianza. Lo que no esperaba el patrón es que su díscolo empleado le denunciaría por la angustia sufrida durante el humillante paseo.

Los tribunales se han pronunciado: el empresario tiene que pagar 5.000 libras (6.400 euros) en concepto de indemnización a su antiguo empleado y otros 8.000 (9.600 euros) por las costas del juicio. Gilbert, instalador de tarimas flotantes, denunció a su antiguo patrón por lucro cesante de los dos años sin trabajar y por la “aflicción” sufrida durante el paseo a comisaría.

La reacción de Cremer ha sido proporcional a la multa: “Es increíblemente desagradable que haya sido capaz de denunciarme después de robarme. No pienso darle un penique después de lo que me hizo, así que esta sentencia se me atraganta”. Pero no le queda otra que pagar, y lo hará a través de un acuerdo extrajudicial, que le saldrá tres veces más económico que si recurre a los tribunales y vuelve a perder.

Más satisfecho se muestra, lógicamente, Gilbert, que admitió haber firmado el cheque imitando la firma de su jefe, pero afirma que aquel dinero correspondía a sueldos atrasados y que necesitaba el dinero para irse de vacaciones: “Lo siento por tipo –dijo- le respeto, pero tiene que pagar por lo que hizo”.

La semana pasada informamos de que en la misma región inglesa, Essex, una trabajadora de un supermercado fue arrestada por llevarse a casa la comida que un supermercado rival acababa de tirar a la basura. What’s the %&$! is going on in Essex, mate?

Visto en Telegraph.