Un diseñador californiano, Wildfox Couture, ha conseguido enemistarse con una pandilla con la que más vale estar de buenas: Los Ángeles del Infierno, esos tipos un tanto demodé que deambulan subidos en unas motos bastante ruidosas. ¿El motivo? Una inocente camiseta con la leyenda “Mi novio es un Ángel del infierno”.
Pero no es tan fiero el motero como lo pintan, pues en lugar de partirle las piernas al listillo de Couture, los ángeles han enviado a un abogado a poner una demanda por “explotar la fama” de la banda (sin pasar por caja). El abogado de la banda alega que el diseñador y las tiendas que vendan la camiseta están infringiendo los derechos intelectuales del grupo, más aún cuando “ellos mismos no venden camisetas con su nombre al público”.
El picapleitos de los moteros exige en su escrito que las camisetas distribuidas sean “retiradas de las tiendas, secuestradas y destruidas”. No nos sorprendería que la demanda desencadenara el conocido “efecto Streisand” y las camisetas empiecen a venderse como pan caliente.
Es la segunda peor idea que le puedes hacer a Los Angeles del Infierno. Ésta es la primera:
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Visto en CBS Los Angeles.
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