OPINION

Descanse en paz Joan Fuster, padre del estrambotismo

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Strambotic está de luto. Nos ha dejado Joan Fuster i Gimpera, el creador del estrambotismo pictórico, que falleció el pasado domingo a los 94 años en Torroella de Montgrí (Girona), el mismo lugar donde había nacido en 1917.

Su obra fue tan original que tuvo que inventarse su propia corriente artística para catalogarla. Y nosotros, in memoriam y con efectos retroactivos, a partir de ahora lo nombramos pintor oficial de, éste, nuestro reino.

Joan Fuster conoció a su paisano Dalí, y a partir de ahí aprendió a beber de distintas jarras que iban desde el surrealismo, el dadaísmo o las vanguardias, para fusionarlas con su gusto por los pintores clásicos como Goya o El Bosco.

El resultado fue un sinfín de escenas insólitas sobre lienzo que el mismo bautizó en 1974 con el sustantivo "estrambotismo", una corriente que consiste en pintar y dibujar cosas raras, extrañas…en definitiva, estrambóticas, y cuyo ingrediente principal radica en la astucia de modificar las propiedades inherentes de los objetos, lo que lleva a un resultado final sorprendente.

Casi cuatro décadas ha permanecido la obra de Joan Fuster ”dormida”, olvidada y amontonada en su estudio. Hasta que en 2004 conoció al pintor Quim Hereu, que quedó absolutamente fascinado por esta nueva corriente desconocida para el mundo más allá de l'Empordanet.

Debido a las afinidades artísticas entre los dos artistas, nació una gran amistad entre ellos. Tan grande que, viendo el final del camino, Fuster convirtió a Hereu en el heredero testamentario del estrambotismo, encomendándole la tarea de continuar con lo que él había empezado.

Y Hereu ha recogido el testigo con fuerza, proponiéndose pintar un óleo sobre lienzo de medidas colosales, de 12 x 6 mts, que lo convierten en la pintura más grande pintada en Cataluña en su género y, posiblemente, de las más grandes del mundo.

Se llamará 'El naixement de Venus' y será la reproducción del “Nacimiento de Venus” de Sandro Botticelli, pero por primera vez representado bajo la influencia del estrambotismo. Esta pintura gigantesca pretende resumir en una sola pieza todo el universo del pintor que nos acaba de dejar.

El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, fue el encargado, junto con el pintor, de dar la primera pincelada en forma de manzana Golden que marcó el inicio de la obra monumental el abril pasado (algo que no deja de ser bastante estrambótico), según dice la nota de prensa.

La pintura es tan grande que Quim Hereu ha tenido que mudarse de su estudio a una nave industrial para poder dar cabida al lienzo, así como diseñar de cero todas las estructuras y plataformas elevadoras para poder pintar hasta una altura de 6 mts.

Desde luego Joan Fuster i Gimpera, que no abandonó su estudio durante su vida hasta que tuvo que ser sacado a la fuerza el pasado domingo (ni dejó que nadie fuera de su imaginación metiera mano en sus cuadros), agradecerá desde el más allá tamaña demostración de gratitud.

Descanse en Paz. Siempre se van los mejores. En este caso, también los únicos.

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