OPINION

En Disneyland los ratones no son bienvenidos

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Un parque lleno de ratones de dibujos animados es más atractivo que un parque lleno de los de verdad. Es algo que saben bien los gestores del parque de atracciones más famoso del mundo, Disneyland, donde los ratones que no sean de la casa no sólo no son bienvenidos: son exterminados sin piedad.

Cada noche en Disneyland, después de que se pone el sol y los miembros de las familias agotadas vuelvan camino a casa, el parque se llena de nuevo, esta vez con cerca de 200 gatos salvajes. Los funcionarios del parque siente amor sincero por estos felinos, ya que ayudan a controlar la población de ratones.

No es un equipo de eliminadores nuevo. Desde la apertura del parque en 1955, los gatos han asaltado Disneyland por la noche, pero en lugar de gastar el tiempo teniéndolos buscando en la basura, Walt Disney decidió poner a los gatos a trabajar cazando ratones. Nadie quiere imaginar el lugar más feliz sobre la Tierra "invadido" por malditos roedores que campen a sus anchas.

Cuando no están merodeando por los jardines, los gatos pasan sus jornadas diurnas descansando en una de las cinco estaciones de alimentación permanentes que tienen en el parque, ocultos a los ojos de los visitantes, que raramente se cruzan con algún ejemplar despistado.

Por supuesto, Disneyland no quiere ratones pero tampoco quiere gatos a mansalva, por lo que los wranglers del parque también hace todo lo posible para gestionar su población felina, esterilizando y castrando a los gatos adultos. Cuando los gatitos nuevos pasan del número establecido en el cupo, son dados en adopción.

El objetivo principal de estos gatos después de todo no dista mucho de la visión que siempre tuvo Walt Disney sobre su reino congelado en el tiempo: una tierra inmaculada, libre de basura y de la suciedad del mundo real.

Vía L.A Times: After dark, the dirty work at Disneyland begins

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