En una de las escenas más celebradas de ‘Un día de furia’, el iracundo Michael Douglas vomita su ira sobre los empleados de una hamburguesería porque el emparedado que le acaban de servir no se parece ni en pintura al de la foto del menú. Las ‘enseñanzas’ de D-Fens no han caído en saco roto en Georgia (EEUU): un cliente insatisfecho incendió un restaurante de Taco Bell con un cóctel molotov tras llegar a casa y comprobar que su “chalupa”, una especie de barcaza de hojaldre de ignoto contenido, no tenía la cantidad de carne esperada.
Los hechos sucedieron durante la tarde el pasado domingo en el Taco Bell de Albany. Un hombre acudió a comprar dos chalupas talla XL y se las llevó a casa. Minutos después llamó al local para protestar por la escasa cantidad de carne que contenían los emparedados. El cliente descontento exigió entonces a la encargada que rellenara las chalupas con la carne escatimada, a lo que ésta se negó, alegando que estaban a punto de cerrar.
Lo siguiente que notaron los empleados del restaurante fue un intenso olor a gasolina. El olor procedía de la ventanilla de entrega de pedidos, donde ardía un enorme cartel promocional con el (falaz) mensaje: “Ven y prueba las nuevas chalupas XXL. Más grande es mejor”. El energúmeno acaba de lanzar un cóctel molotov, fabricado con una botella de plástico y un líquido inflamable dentro, según recoge el informe de la policía al que tuvo acceso The Smoking Gun.
El sospechoso no ha podido ser detenido, en tanto el vídeo grabado desde la ventanilla del mostrador no tiene calidad suficiente, se lamenta la policía de Albany.
Los trabajadores de las cadenas de fast food en EEUU son víctimas propiciatorias de la violencia de atracadores y clientes irritados: es dos veces más probable sufrir un asalto en un fast food que en un restaurante “normal”, según recoge el libro ‘Fast food nation’.
Visto en The Smoking Gun.
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