Una jubilada rusa afirma haber encontrado pruebas de vida extraterrestre, en concreto el cadáver de un alien, que ha mantenido escalofriantemente congelado en su nevera durante dos largos años.
Marta Yegorovnam supuestamente encontró a la criatura de 61 cm, con forma de vegetal pocho, cerca de los restos en llamas de “un OVNI” que se estrelló junto a su dacha de verano en la ciudad rusa de Petrozavodsk. Según la mujer, el alien estaba arrugado y moribundo junto a una pila de metal retorcido, poco después de que escucharan un terrible estruendo en el jardín de su casa en 2009.
La criatura, que tiene cabeza grande, boca grande y ojos grandes, vestía prendas que le hacían parecerse a un mono de esos que la gente viste como personas. La Sra. Yegorovnam recogió con amor al extraño ser, lo envolvió en plástico de congelar y lo metió en la nevera sine die, sin decir una palabra a nadie.
Los restos aparentemente han sido examinados ahora por un centro de investigación que pertenece a la Academia de Ciencias de Rusia, en la región de Carelia del Norte, aunque este extremo aún no ha sido confirmado.
Y es que si los extraterrestres son lo suficientemente inteligentes para recorrer grandes distancias entre las estrellas, probablemente también lo sean como para evitar acabar almacenados en un refrigerador durante dos años como si fueran restos de calabacín.
Lo que no se sabe bien es si el apéndice que aparece en la foto es un bracito o, simplemente, una bufanda para el frío. Dado el destino en sus últimos 2 años, probablemente sea lo segundo.
Tengan cuidado ahí fuera, que parece que refresca.
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