OPINION

Bananas is my business: el día en que la muerte tocó las maracas con Carmen Miranda

Carmen MIranda in THE GANG'S ALL HERE (1943), directed by Busby Berkeley.
Carmen MIranda in THE GANG'S ALL HERE (1943), directed by Busby Berkeley.

La vida de la portuguesa de nacimiento y brasileña de adopción María do Carmo Miranda da Cunha, conocida mundialmente como Carmen Miranda, es una vida de vodevil que quedará en los anales como la de la gran mártir de la alegría brasileña, pero también como un ejemplo del voraz imperialismo norteamericano alimentándose de repúblicas bananeras en el marco del New Deal.

Y aunque siempre la recordaremos por sus históricos y gigantescos sombreros tuti-fruti, estos no hicieron sino engrandecer la figura brillante de una mujer que se comió el mundo desde su metro y medio de estatura.

Efectivamente, Carmen Miranda llevaba siempre esos sombreros orgánicos imposibles para dar más alta en pantalla. Y desde debajo de sus tocados se convirtió en la artista mejor pagada en EE.UU. durante los años cuarenta, haciendo un total de 14 películas en Hollywood y vendiendo más de 10 millones de discos a lo largo del mundo, recibiendo el apodo "The Brazilian Bombshell" en las cuatro esquinas del orbe donde peló sus plátanos.

Hasta que un día la misma muerte apareció en directo para tocar las maracas con ella.

El 4 de agosto de 1955, mientras participaba en directo en el Show de Jimmy Durante en la televisión estadounidense, Carmen Miranda sufrió un ataque al corazón, pero no se dio cuenta. Tras un ligero desfallecimiento durante esa actuación (como puede observarse en la grabación), rápidamente se recuperó y terminó el show.

Al finalizar la emisión, sonrió y saludó con la mano, y luego salió del escenario por la puerta. Después del programa, Carmen Miranda se fue a una fiesta que había preparado en casa para sus amigos y tuvo otra cita con la muerte, esta vez a solas. No sobrevivió a este segundo ataque al corazón y murió sola sin que nadie pudiera auxiliarla en el piso de arriba, mientras los otros invitados se divertían haciendo la conga en el piso de abajo.

Tenía sólo 46 años y estaba en un momento espinoso de su carrera. Esta grabación (de la que hemos rescatado el momento justo de ese primer aviso de la muerte) supone, por tanto, su última actuación; y también su obituario, una última imagen en la que se le ve saliendo por la puerta del set del programa siempre sonriente y sin dejar nunca que su sombrero de frutas se estrellara contra el suelo ante los ojos del público.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=U9XLPsFn41g#t=201s

Estos últimos momentos de la vida de Carmen Miranda forman parte del documental "Bananas is my Business" de la cineasta Helen Solberg.

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