OPINION

Reciclan las prótesis metálicas de los difuntos ingleses para hacer señales de tráfico

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Separar el papel, el plástico y los orgánicos. Hay quien ignora completamente esta premisa básica para facilitar el reciclado. Hay quién lo lleva a rajatabla. Y hay quién aboga por llegar este concepto hasta las últimas consecuencias: reciclar personas. O al menos algunas partes.

No: no hay que irse hasta el futuro de 'Cuando el destino nos alcance' y su alimento verde. Nos referimos, en el caso de hoy: la tendencia en países como a Inglaterra a reciclar los componentes metálicos usados por seres humanos... para construir señales de tráfico. Un tornillo de la cabeza o el empaste de un fallecido puede terminar en una señal de "Stop".

En realidad, es un proceso que comenzó tras observar una circunstancia cada vez más común. Cuando los familiares deciden incinerar un cuerpo, muchos de los metales de las prótesis sobreviven al proceso de cremación, y las funerarias se quedan con estos tornillos, implantes o empastes que venden después.

Entre estos materiales más resistentes suelen incluirse cobalto o titanio, y por su alta resistencia y valor, son utilizados por la industria aeronáutica. Pero los metales menos resistentes, que acaban fundiéndose, también pueden ser de utilidad y tienen su valor. Una vez fundidos, estos pueden tener fines bastante menos glamourosos y callejeros. Por ejemplo, señales de tráfico o farolas.

Lo más habitual es recopilar tornillos que se hayan puesto en diferentes puntos del cuerpo. Orthometal es una compañía que gestiona la recogida de estos metales. Y eso sí: todos los beneficios son donados a causas benéficas. Es por este motivo que casi el 50% de los crematorios de Reino Unido ya trabajan con ellos.

Las cifras son arrolladoras: 260 de estos negocios generan 75 toneladas de metal al año, que se han conseguido vender por más de 2 millones de euros.  Por supuesto, nada de esto se hace sin el consentimiento de los familiares, que tienen que haber firmado el consiguiente permiso para que el proceso se lleve a cabo.  Empleados de Orthometal recogen estos restos, que acaban acumulados en vagones como los que podéis ver en esta foto. Listos para ser, esta vez sí, fundidos y reaprovechados en los fines que ya os hemos indicado.

Ruud Verberne, propietario de la empresa, afirma que el suyo es un sector en crecimiento en toda Europa, amparadas por algunas legislaciones que comenzarán a regular que los cuerpos sean enterrados con este tipo de materiales, como ya sucede en el Reino Unido y, en breve, en países como Italia o Francia. ¿Cuándo lo veremos en nuestro país?, ¿O acaso hay algo más glamouroso que "reencarnarse" en una señal de límite 120 en la Autopista del Mediterráneo?

Visto en SWNS.comMirror UK, AOL y Orthometal.

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