Una cigüeña migratoria acabó entre rejas en una comisaría egipcia, después de que la policía la tomara por un “agente encubierto”, no se sabe si de Israel o de los Hermanos Musulmanes. La aprensión tuvo lugar en Qena, a 450 kilómetros al sudeste de El Cairo, según informa Sky News.
Un hombre que pescaba en el Nilo a su paso por la ciudad de Qena observó que el sospechoso ave llevaba un dispositivo electrónico adherido al plumaje. Pensando que se trataba de un espía, atrapó la cigüeña y la llevó a una comisaría cercana a su casa. Los agentes examinaron al sospechoso, temiendo que ocultara una bomba o tal vez un equipo de espionaje, según explicó el responsable de seguridad de la ciudad a la prensa.
Incapaces de discernir la utilidad del dispositivo, avisaron a un veterinario, que averiguó que el aparato en cuestión había sido instalado por unos científicos franceses para estudiar los movimientos de las aves migratorias. El aparato dejó de funcionar en el momento en que la cigüeña abandonó el territorio francés, lo que exoneraba a la cigüeña de la acusación de espionaje.
Sin embargo, la cigüeña no pudo abandonar el cuartelillo hasta que los policías recibieran la autorización de la fiscalía del estado para liberarla.
No es el primer animal que cae en las redes del clima de paranoia colectiva desatado en Egipto a raíz desde la revolución de 2010. Ese mismo año, los israelitas fueron acusados de estar detrás de una serie de ataques de tiburones “controlados por GPS”. A principios de este año un guardia de seguridad capturó una paloma que supuestamente llevaba un microfilm.
Visto en Sky News.
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