OPINION

Un día en el rodaje de 'Sin Tetas no hay paraíso'

La nueva temporada de 'Sin Tetas no hay paraíso' ya está en marcha. En el ambiente más de uno se pregunta qué pasará ahora, sin El Duque. Porque el personaje que interpretaba Migual Ángel Silvestre definitivamente ha muerto. Grabar dos finales fue bonito la pasada temporada uno con su muerte y otro sin ella, fue idílico para sus seguidoras, pero en la nueva temporada solo se habla de él en pasado. "No será lo mismo sin él", "es insustituible", nos dicen los actores a los que preguntamos en la visita a una de las casas que aparecerán en la serie y que, por cierto, nos enteramos que sale en otras series como El Comisario, Motivos Personales  o Aquí no hay quien viva.

La que más le echará de menos, sin duda, es Amaia Salamanca. A los dos les llegó la fama de la nada de la mano de casi cinco millones de espectadores. Ella, Catalina en la serie, aún se lleva las manos a la cabeza al hablar de las duquesitas, las miles de fans que coreaban el nombre de El Duque a su paso en cualquier ciudad.

Pero ella no se queda corta, aunque de su vida privada prefiere no hablar. "No por nada, sino porque no me gusta". De la nueva Catalina sí nos cuenta y asegura que se acabó la niña ñona de la primera temporada y la malvada de la segunda. "Tras cuatro años en la cárcel saldrá dispuesta a todo".

A la pregunta si se volverá a enamorar del 'malote' Catalina responde muy seria: "Cata no está para enamorarse". Pero no puede ser verdad. El gran éxito de la serie es el romance de amor entre una niña buena y el malo del barrio, en este caso un narcotraficante.

El testigo de las drogas con las que trapicheaba El Duque lo recoge en esta ocasión El Gato, conocido en España por su papel en el culebrón que dejó sin siesta a los españoles hace ahora tres veranos: 'Pasión de Gavilanes'. Volver a España es todo un reto para el. Suplir la figura de El Duque más. "No tiene sustituto", asegura, pero las comparaciones son inevitables. Para ponerse al día se ha visto ya las anteriores temporadas de la serie y se ha documentado en relación al narcotráfico.

La casa de rodaje lleva 10 años siendo plató para la televisión

La que no ha necesitado nada ha sido la dueña de la casa en la que cada mes se graban durante dos días secuencias de 'Sin tetas no hay paraíso'. Se trata de Melanie, una suiza arquitecta que desde hace dos años ve como su casa se convierte en un plató "conmigo dentro".

Y es que Melanie no se va a vivir a otro sitio. Cuando llega la gente de rodaje ese día come acompañada "por todo el equipo". A la hora de dormir ella no se mueve de su cama, pero es porque el dormitorio principal de la lujosa casa en la que en la ficción será de Cris, una de las amigas de Catalina, es su propio dormitorio de matrimonio.

El atrezzo hace que cuando toca rodaje conviva con fotos de Cris y su nuevo novio, un futbolista de élite, junto a cuadros de Catalina del tamaño de una pared. "Me encanta y disfruto mucho".

El secreto de llevar diez años recibiendo rodajes es "dejarles hacer su trabajo". Comprobamos que necesitan hacer un agujero para clavar un cuadro y Melanie no pone ninguna pega. "Amigas mias han intentado alquilar su casa para rodajes pero no les dejaba hacer nada y no han vuelto", nos revela.

Ella misma es la que ha diseñado el jardín de la casa en la que veremos a Cata y compañía.

La ventaja que tiene todo esto, además del dinero que Melanie se guarda celosamente, es que tiene cientos de fotografías y autógrafos de famosos. La desventaja, que quiere convertir el garaje que tiene exterior en una cocina "pero aún no lo he hecho porque todos los que vienen a grabar lo utilizan para poner ahí el catering".

Cuando Melanie ve su casa en la televisión se siente igual de orgullosa "que cuando un padre ve a su hijo actuar". Y es que la casa la ha diseñado ella. Todos los muebles que veremos son de su propiedad, así como vajilla, televisión...

La nueva cabecera, sin fotos

De la serie se han grabado solo tres capítulos y aún no tiene cabecera nueva. Ante la incorporación de tanto personaje nuevo lo que harán será grabar una cabecera en la que no aparezca nadie y sí partes del cuerpo como las manos, unos labios...

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