55 años de Televisión Española

Así estaba el número 75 del madrileño Paseo de La Habana esta misma mañana. Aquí, en este edificio, empezó a emitir Televisión Española, tal día como hoy hace 55 años. Lo hizo con una misa y un popurrí de bailes regionales. Eso sí, Franco no quiso asistir al sarao porque no confiaba mucho en este invento; un visionario, vamos. En su lugar asistió el Ministro de Información y Turismo, Gabriel Arias Salgado, quien fue responsable de arrancar nuestra televisión pública.

Ahí dentro, en un minúsculo estudio, se empezó a experimentar con los rudimentos de la televisión. La cadena, en sus inicios, no tenía informativos, ni reportajes, sólo contaba con programas de variedades: música, humor, teatrillos e, incluso, zarzuela. Cualquier variette tenía cabida con tal de entretener a la audiencia. De aquella época del pan y circo no quedan documentos, cada minuto se hacía en directo puesto que no existía un sistema para grabar la programación. Únicamente el NO-DO inmortalizó algunos instantes de aquellos artesanales comienzos.

Mucho ha cambiado nuestra televisión pública desde que comenzó a retransmitir en este histórico chalet, actualmente vacío, a la espera de que la administración instale nuevo inquilino (se habla de que albergará el Real Instituto Elcano).

En estos 55 años, Televisión Española ha inventado la Televisión con mayúsculas. Con ella hemos crecido, disfrutado y entendido el significado del espíritu de la tele. Su archivo es uno de los grandes tesoros de nuestro país.

Los profesionales del que fuera ENTE nos han enseñado a creer en la magia de la televisión a base de trabajo y creatividad. Todo era posible en un plató.

Ahora, desde la supresión de la publicidad, TVE busca su sitio. Una televisión de todos que debe seguir avanzando, innovando, arriesgando y apostando por la información, la formación y, por supuesto, el entretenimiento.

Este último ha sido el gran olvidado en los años recientes. Se echan en falta los formatos de espectáculo, musicales o concursos en TVE. ¿Por qué siempre se denomina servicio público a la información o los programas para minorías estereotipadas?

También debe ser servicio público una televisión que se comprometa con los espacios de entretenimiento de calidad, para una sociedad que vive saturada de gran oferta de canales aunque con mínima variedad en contenidos. Porque no sólo de series, informativos y programas de conexiones reporteriles vive la tele pública.

Tras la puerta del mítico Estudio 1 de la sede de TVE en Prado del Rey, por los pasillos de los Estudios Buñuel o bajo la sombra del Pirulí, se respira añojo catódico. Pero, también, futuro. Mucho futuro. Un ejemplo es la excelente página web que ha venido desarrollando la corporación RTVE en los últimos años. Sin duda, uno de los portales televisivos más completos del mundo. Ése es el camino a emprender, sin olvidar todo lo sembrado hasta llegar aquí: una tele que nos hizo creer con ilusión en la tele. Felicidades para todos.

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