No es Atrapa un millón, ni Ahora caigo. Y probablemente tampoco quiera parecerse a ellos. Aunque debería. Se trata de Dale al rec, el nuevo concurso de las tardes de Cuatro que llega para sustituir a El Comecocos. Lo hace con misma presentadora, Ruth Jiménez, y desde el mismo plató, que ha sido disfrazado con un pantallón gigante, cuatro pulsadores y un suelo de cristal que esconde debajo un laberinto para los participantes más audaces.
Si El Comecocos buscaba al mejor charlatán de España, Dale al rec busca al compatriota con mayor memoria. En el primer programa vimos a cuatro concursantes con una agudeza visual sorprendente. Se les veía con mucha práctica, también porque las pruebas del concurso no son nuevas. ¿Quién no ha jugado a buscar las siete diferencias o relacionar personajes repetidos al estilo del panel final de No te rías que es peor? Probablemente todos lo hemos hecho alguna vez.
Aunque la idea del espacio es buena, al programa le falta fuerza, ritmo y empaque. El motivo: se nota demasiado que el engranaje del concurso ha sido preparado a una velocidad de vértigo. Así todo, Dale al rec logró en su arranque un 2,8 por ciento de share, un dato que mejora la herencia de El Comecocos y que podría ir subiendo con el rodaje del concurso, ya que, en comparación con su predecesor, en este formato es mucho más sencillo empatizar con los concursantes y, sobre todo, jugar desde casa.
Además, es un acierto la presencia en el plató de unos modelos que van rompiendo el compás del programa cambiándose de prendas para poner a prueba a los competidores. Por supuesto, entre estos maniquíes no faltó el típico cachas en bañador. Y es que la "carne" siempre multiplica la audiencia.
Pero la gran ganadora del estreno volvió a ser Ruth Jiménez, que demostró una vez más su talento catódico. Esta presentadora parece que no presenta, simplemente comunica con una naturalidad "querible" con la que es muy fácil congeniar desde casa.
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