OPINION

El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad visto por la tele

LOTERIA NACIONAL EL GORDO
LOTERIA NACIONAL EL GORDO

Y salió El Gordo. Un año más, las tres grandes cadenas se volcaron con El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Esta tradicional ceremonia rompe las audiencias cada 22 de diciembre. La gente busca ilusionada su premio multimillonario y todas las televisiones retransmiten el evento con mayor o peor suerte. Nunca mejor dicho.

TVE siempre se lleva el gato al agua superando la colosal cifra del 40 por ciento de share. Pero la cadena pública no innova mucho en la realización de esta retransmisión. Nos podían haber colado una reposición del Gordo de 1975 y mucho no se notaría la diferencia. Y es que Televisión Española, como emisora estatal, no puede huir del protocolo institucional y oficioso de este evento. A pesar de que las tradiciones pueden y deben evolucionar con los tiempos, con los lenguajes audiovisuales, con las nuevas posibilidades tecnológicas y, por supuesto, con la imaginación.

Porque, aunque se han incorporado mensajes de los espectadores en pantalla, a esta retransmisión le falta actualizar su armonía visual y fomentar más información útil sobreimpresionada en directo.

Lo mejor de la mañana fue Ana Belén Roy que llevó las riendas del especial y demostró su buen hacer al frente del Gordo. Además, contó con la ayuda de veteranos informadores a pie de patio de butacas que nos mostraron el ambiente con concisión y cercanía.

Otra historia fueron las televisiones privadas que sacaron sus armas para arañar el share de la mastodóntica TVE. Aquí no hubo tiempo para institucionalismos: mucho debate, mucho ritmo, mucha conexión en directo con reporteros dicharacheros y una ventanita pequeña en pantalla con la imagen del Salón de la Lotería instalado en Castellana. Así, los entrañables gritos de los niños de San Ildefonso se hacían más llevaderos.

Ana Rosa Quintana amenizó la espera entrevistando en su sofá a uno de los pequeños que cantó el año pasado el ansiado premio y, además, contó con una vidente que hizo un ritual esotérico para atraer la suerte. Mientras, Susana Griso desplegó su luminoso poderío comunicativo, logrando un programa muy entretenido con ayuda de Albert Castillón, Alfonso Egea y Roberto Leal. Lo hicieron con sus reporteros entrevistando a loteras varias, ex premiados y, por supuesto, a los flamantes ganadores del pueblo de Grañén. Allí empezó el despiporre de felicidad. Y el resto de España dijimos eso de… “lo importante es tener salud”. Pues eso, salud. Ha empezado la Navidad.

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