OPINION

Ana Obregón, príncipes, silicona… Así fue el televiernes de Carnaval

ANA OBREGON CARNAVAL LAS PALMAS
ANA OBREGON CARNAVAL LAS PALMAS

A nuestras televisiones les pierde una fecha señalada en el calendario. Así que este año también disfrazaron sus programas de Carnaval. Aunque la gran reina (o reinona) de la jornada fue sólo una: Ana García Obregón, que comandó en La 2, junto al canario Roberto Herrera, la gran Gala de Elección del Drag Queen de Las Palmas 2012, un sarao que es como un Eurovisión excéntrico con mucha plataforma y mucho cabaret en playback. Este vodevil intentó sorprender con aspavientos que querían ser transgresores, pero que anoche se quedaron en tópicos manoseados.

Ana Obregón fue la más transgresora de la noche, volviendo a ser la espontánea Ana Obregón. Y, por supuesto, perpetró en el escenario un numerito de los suyos, haciendo un pseudostrippties a lo "sexy-bióloga" para plantarse encima un disfraz (hecho con papel pintado) de SuperWoman:

De nuevo, alejada ya de sus oscuras polémicas, anoche vimos a una Ana Obregón que sabe manejarse frente a las cámaras, controlando en cada momento lo que necesita el equipo técnico y el realizador. Muchas tablas para un controvertido personaje que sabe demasiado de televisión y que recuperó su papel de miope despistada con esa naturalidad apabullante que tanto éxito le dio en sus años dorados al frente de ¿Qué apostamos?.

Y, mientras, a la misma hora en Telecinco: Sálvame deluxe. Aunque anoche parecía El Gran Debate de la silicona. El programa de Jorge Javier Vázquez no pasa por sus mejores momentos de audiencia (ayer fue superado por Hermano mayor), se rumorea incluso que se le está buscando sustituto en el prime time y anoche experimentaron con una nueva fórmula de tertulia social. Eso sí, las contertulias eran famosas casposas y recauchutadas, donde Belén Esteban confesó que lleva prótesis mamarias PIP (de la empresa francesa Poly Implant Prothèse), unos implantes que pueden conllevar riesgos para la salud. Intentaron no frivolizar con el tema, pero, por supuesto, no lo consiguieron. 

A la misma hora que en Telecinco hablaban sobre pechos,  Atrapa un millón de Antena 3 estaba plagado de bomberos, enfermeros y cocineros. Y llevaban el uniforme puesto. Pero no era un desfile carnavalero, eran profesionales reales que llegaron para alzarse con el millón de euros. Los bomberos se llevaron 50.000 euros y casi desnucan a Sobera de un abrazo. Gajes de los oficios. 

Al mediodía, Emma García y sus Mujeres, hombres y viceversa también se pusieron unos disfraces que parecían estar comprados en el PRYCA. Pero el mejor era el de la propia Emma García que iba de ella misma, con sólo un gorro de vaquera del cercano oeste.  Intentaba ser una cowboy pero se quedó en la versión femenina de Coyote Dax.

La ruleta de la suerte también lo hizo. Todos estaban disfrazados: el público (gritando eso de "¡no pares, sigue, sigue!"), los concursantes, la azafata (de princesita ñoña, claro) y Jorge Fernández que iba vestido de príncipe azul estancado en el tiempo. Pura metáfora, vamos.

Mostrar comentarios