OPINION

Telecinco cancela 'La Noria'. Claves de seis meses de agonía

JORDI-GONZALEZ-LA-NORIA-TELECINCO
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Era la crónica de una muerta anunciada: Telecinco ha cancelado temporalmente La Noria. Aunque todo apunta a que este "cese temporal de la convivencia" será un adiós definitivo.

Ya saltaron las alarmas este sábado cuando la cadena de Mediaset decidió no emitir el programa y alargar El Gran debate hasta altas horas de la madrugada.

La agonía de La Noria arrancó el pasado mes de noviembre porque el programa de Jordi González pagó a la madre de El Cuco por sentarse en el plató. Esta entrevista ocasionó una polémica en las redes sociales hasta derivar en una contagiosa fuga de anunciantes que no querían asociar su imagen con el espacio de Telecinco.

Campofrío, Lactatis Bayer, Nestlé, Milner, Panrico, L’Oreal y Sabadell dejaron de patrocinar el programa. Y La Noria empezó a llenar sus pausas publicitarias con anuncios de saldo: desde discos de gasolinera hasta anuncios de "compro oro".

Desde entonces, el programa no ha recuperado su grueso de anunciantes. Tampoco en enero, cuando fue relegado a las doce de la noche por el nacimiento de El Gran Debate, un invento creado para recuperar la publicidad de calidad perdida en el prime time de los sábados.

Aunque, al final, El Gran Debate sólo es una versión mejorada y alargada de la tertulia política de La Noria, pero con otro nombre. Incluso cuenta con los mismos presentadores, la misma productora y los mismos constantes aplausos del público de la grada vitoreando a los contertulios.

El hueco que deja La Noria será sustituido por una prórroga de El Gran debate, medida que deste Telecinco justifican así: "El momento político y social de gran intensidad que está viviendo la sociedad en este momento propicia un foro de análisis y opinión aún más exhaustivo, con voces cualificadas en distintos ámbitos y especialmente periodístico, político y jurídico, para completar la información que los espectadores reciben desde distintas vías de comunicación, de ahí la ampliación de El Gran Debate”, sentencia la cadena en un comunicado de prensa.

Pero, en realidad, alargando El Gran Debate también se logran tres claves empresariales básicas para la dirección de una cadena de televisión privada en tiempos de desinversión publicitaria:

1. Minimiza costes de producción y cachés de invitados, al realizar sólo un programa en toda la noche.

2. Impulsa la media de audiencia del programa, al ampliar El Gran Debate hasta las 2.30 de la noche. Así el espacio lucha en una franja horaria de menor competencia, potenciando un mejor promedio de share.

3. Recupera los anunciantes perdidos que nunca regresaron y, de paso, olvidar un nombre manchado por una polémica social sin precedentes.

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