OPINION

Regresa el placer culpable de ver a los hijos tróspidos de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?'

© Roberto Garver
© Roberto Garver

En Mediaset han comenzado la temporada fuertes, si ayer arrasaron en audiencias con el estreno de La Voz, en Telecinco, hoy prometen conquistar el share con ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, en Cuatro. Y eso que una parte de la audiencia de este programa niega que lo ve… aunque, en realidad, lo sigue con efervescencia.

¿Quién quiere casarse con mi hijo? es el ejemplo del entretenimiento televisivo convertido en placer culpable, porque cuenta con unos participantes ideales para cometer el pecado de criticar a diestro y siniestro, entre risas, desde el salón de casa.

Y ese es el gran valor del programa: un cásting que sabe rizar el rizo con lo estrambótico, lo choni y madres pasadas de rosca que no dejan indiferentes a nadie. Ni a sus propios retoños. Además, esta temporada el programa incorpora una mamá con mellizos, tampoco falta el gay folclórico y, por supuesto, seguirá otro de los grandes aciertos del formato: su presentadora, Luján Argüelles (Lo que diga la rubia), que tiene ese puntito de arpía maja. Esta personalidad de la maestra de ceremonias es fundamental para que el empaquetado final del espacio sea tan divertidamente bueno.

Tras el furor causado por la primera temporada, esta noche regresa este reality que es barato de producir al no tener plató y que parece una fusión entre Granjero busca esposa, Contacto con tacto y Mujeres, hombres y viceversa. De nuevo, el espacio contará con unas madres pintorescas que parecen actrices frustradas y tienen claro que tienen que darlo todo por el espectáculo. Los solteros de oro tróspidos tampoco se quedan atrás y las candidatas (o candidatos, en el caso del chico gay) también están muy bien elegidas: hay pijas, lerdas, siniestras, pilinguis, chonis… Para todos los gustos, vamos. Sin olvidar las dosis de estereotipos, machismo, prejuicios y hasta xenofobia que, para qué nos vamos a engañar, logran captar el interés viperino de la audiencia. Un programa, que aunque el espectador no lo note, cuenta con un lógico y acertado grado de guionización en pos del juego televisivo, tramas que se mantienen a lo largo de las semanas y son ideales para fidelizar público, odiar o querer a los participantes y abrazar el chascarrillo de los espectadores. Y eso no es malo. Todo lo contrario.

¿QUIÉN ES QUIÉN EN 'QUIÉN QUIERE CASARSE CON MI HIJO 2'? 

ISIDORO Y DOLORES. EL MACHO DEL MERCADILLO.

Edad: 29 años.

Profesión: vendedor ambulante.

Isidoro es divertido, mujeriego y algo machista. Tiene un elevado poder de convicción, que utiliza no sólo en su trabajo (sus amigos dicen que es capaz de vender un zapato que esté roto) sino también en sus conquistas. Aunque en su vida ha conocido a muchas chicas, admite no haberse enamorado nunca de verdad. Su objetivo en el programa será encontrar a su verdadera Cenicienta a la que poder ponerle el zapato del resto de su vida. Qué intenso el vendedor.

Su madre, Dolores, es muy crítica con su hijo y Quiere una mujer con carácter que le haga sentar, por fin, la cabeza.

GABRIEL Y TOÑI. EL REPEINADO. 

Edad: 24 años.

Profesión: empresario y ex mister.

Coqueto y emprendedor, tanto su madre como alguna de las candidatas consideran a Gabi “el príncipe azul” (y repeinado) del programa. Tiene don de gentes, es galante y caballeroso. En el terreno laboral, es un emprendedor y socio de varios negocios. Ha sido Míster Albacete 2009 y jugador profesional de fútbol. Busca una chica elegante, humilde y que esté a la altura de su ideal femenino: su madre.

Su madre, Toñi, después de educar sola a su hijo, ha decidido retomar las riendas de su vida y dedicarse más a sí misma. Quiere para su hijo una mujer con clase.

PEDRO Y MARY. EL ESTILISTA QUE TIENE PINTA DE ESTILISTA.

Edad: 30 años.

Profesión: estilista.

De inclasificable personalidad, Pedro es irónico y muy selectivo. Nunca ha tenido un novio formal y ahora quiere encontrar al hombre de su vida. Extravagante en su forma de vestir, admite estar algo consentido por su madre y adora a Ana Obregón, Lydia Lozano y Beyoncé. Su hombre ideal tiene que ser culto, guapo y a ser posible algo mayor que él. Si lo encuentra, sería capaz de cualquier cosa por estar a su lado.

Su madre, Mary, a pesar de no ser hijo biológico, Pedro es para Mary el hijo más deseado del mundo. Dicharachera, emprendedora y muy intuitiva, a Marye le encantaría que su hijo encontrara a un hombre bueno que sepa cocinar.

ÁLVARO, LUIS CARLOS Y PAQUI. LOS MELLIZOS DEL BETIS.

Edad: 25 años.

Profesión: repartidor de mercancías y comercial, respectivamente.

Inevitablemente unidos desde su nacimiento, los mellizos Álvaro y Luis Carlos resultan idénticos a primera vista, pero opuestos en todo lo demás. Sólo les une ser del Betis y que a los dos les gusta cuidar su cuerpo. Álvaro es hombre de una sola mujer y se entrega a ella cuando está enamorado. Su madre dice de él que es un chico cariñoso y muy noble. Luis Carlos, por el contrario, tiene más ego y más picardía. Siempre ha sido más conquistador que su hermano, pero ahora busca estabilidad. A pesar del amor de hermanos que se profesan, entre ellos existe una rivalidad constante: por la ropa, los amigos, las chicas o cualquier otra cosa. Luis Carlos siente que su hermano ha vivido siempre a su sombra y Álvaro está convencido de que ha llegado el momento de demostrar que Luis Carlos no es mejor que él.

Su madre, Paqui, será el árbitro de este “partido” más importante. Luchadora y con un carácter muy fuerte, en casa lleva la voz cantante y en ocasiones no duda en enfrentarse a sus hijos si la mujer que ha elegido no ha sido de su agrado.

JAVIER E ISABEL.  EL EXHIBICIONISTA QUE ESCUPE FUEGO.

Edad: 30 años.

Profesión: trabaja de escupe-fuego en bares, eventos y discotecas.

Pura pasión y puro fuego: ésta es la mejor forma de calificar a Javier, que tras una apariencia de hombre duro esconde a un joven tierno y noble que dice no haber tenido mucha suerte en el amor. Exhibicionista desde que nació, Javier siempre ha vuelto al regazo de mamá tras sus desengaños amorosos. Travieso, ardiente y algo fetichista, a Javier le encanta el sexo, un requisito imprescindible para la chica que llame a las puertas de su corazón. Le gusta ir al gimnasio y su trabajo de escupe fuego en bares, eventos y discotecas es su gran pasión.

Su madre, Isabel, es la mejor amiga de su hijo. Guerrera y con un espíritu tremendamente joven, cuando ve que una chica no conviene a su retoño saca las uñas hasta ser muy dura. Está convencida de que las mujeres sienten envidia de ella (seguro) y quiere para su hijo una chica que la considere amiga.

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