OPINION

Cuando la televisión tenía dinero para celebrar la Hispanidad

1999Radio City Music Hall
1999Radio City Music Hall

Ayer, día de la Hispanidad, ninguna de nuestras cadenas retransmitió el partido de 'La Roja' en Bielorrusia. El motivo: el fútbol sigue siendo caro y, en tiempos de austeridad, nuestras televisiones vigilan el gasto más que nunca. Y eso que era 12 de octubre...

Nada que ver con los días de la Hispanidad de antaño, cuando nuestras cadenas tiraban la casa por la ventana: cuando TVE llenaba el madrileño Paseo de la Castellana de alardes tecnológicos, para sorprender a la audiencia con espectaculares imágenes del desfile de la Fiesta Nacional, o cuando Telecinco se atrevía a saltar el charco para ejecutar majestuosas ceremonias, dirigidas por José Luis Moreno, en directo y vía satélite desde Estados Unidos.

En 2012, nada: ni fútbol, ni imponentes planos del desfile militar, ni grandes ceremonias musicales.

De hecho, en la actualidad podría parecer hasta marciano y casposo que una cadena como Telecinco organizara un gran guateque televisivo para celebrar la Hispanidad. Pero lo hizo. Y, curiosamente, este canal consiguió realizar este tipo de sarao con un envoltorio de cierta aureola cosmopolita.

Este fin de semana, se cumplen 17 años de la primera Gala de la Hispanidad. Un evento que realizó Telecinco para España e hispanoamérica, desde el mítico Radio City Music Hall del corazón de Nueva York. Sí, el mismo Nueva York de los Estados Unidos de América.

Aquella “cadena amiga” trasladó a USA un operativo sin precedentes, con las principales caras de la emisora al frente, para realizar una colosal ceremonia en la Gran Manzana. Allí congregaron a estrellas como Celia Cruz o Diana Ross, entre otras. Telecinco sacaba pecho y se convertía en la capital catódica del universo hispanoparlante.

Pero el sarao no se quedó en un prime time con derroche de artistas, ballets, galanes, galanas, telones cayendo del techo y una pomposa realización visual. La cadena aprovechó al máximo su apuesta internacional de imagen y hasta los Informativos Telecinco se realizaron en Manhattan. Y no se conformaron con cualquier bonito rincón de la ciudad: se levantó un pequeño escenario en el mismísimo centro de Times Square.

En esta emblemática plaza, el desaparecido Luis Mariñas presentó su edición de las noticias. Al fondo, las icónicas pantallas gigantes de Times Square dejaron de emitir la programación norteamericana para ceder su espacio al logotipo de Telecinco. Era la puesta de largo de la cadena privada española en Estados Unidos.

Años después, se realizaron otras galas de la Hispanidad. En otros sitios y con otra gente, aunque sin la intensidad que se vivió bajo el característico arco del escenario del Radio City Music Hall (en la imagen de arriba). Ahora, que ha vuelto el furor por la televisión con música, quizá nuestras cadenas se animen a reinventar la gala cabaretera al uso.

El consumo de audiencia no es el mismo, la cartera de artistas estratosféricos tampoco, pero el magnetismo del espectáculo televisivo bien hecho, que da juego, sorprende, emociona y se ríe de sí mismo, puede seguir rompiendo shares, incluso por encima de clásicos futboleros como el Real Madrid-Barça. La Voz yTu cara me suena, lo están demostrando. Y no cuestan tanto como el fútbol, claro.

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