Él se autodenominaba intérprete de historias. Aunque, en realidad, era un narrador de chistes. Lo hacía como nunca antes nadie los había contado. Era Eugenio.
Tal día como hoy de 2001 fallecía el humorista serio, impasible, aquel comediante que decía eso de “Sólo me río cuando cobro”.
Pero ahí sigue en nuestra memoria. Siempre vestido de negro, sentado sobre un taburete, pegado a un vodka y con un cigarrillo en la mano, Eugenio dejó el archivo de nuestra televisión plagado de surrealistas microhistorias sin fecha de caducidad:
http://www.youtube.com/watch?v=wKQYfiEiSEQ[embed]
Y ADEMÁS...
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