La crisis ha puesto a los famosos a trabajar. Antes, los artistas podían ganar importantes sumas de dinero con solo posar para la revista de turno. Ahora, para mantener su nivel de vida, deben aceptar torturas de las cadenas de televisión. Desde lanzarse al vacío en trampolín (sin saber nadar) hasta intercambiarse de familia. Todo sea por mantener su estatus en el mundo del espectáculo.
Una de las últimas en sumarse a este perfil profesional, de famoso reconvertido a cobaya televisiva, es Toñi Salazar. Tras la ruptura de Azúcar Moreno y recorrer platós de España narrando los desencuentros del grupo, Salazar volvió a cantar en la pequeña pantalla gracias a las esmeradas imitaciones de Tu cara me suena.
Desde ese instante, parece apuntarse a cualquier bombardeo televisivo. Este año, ya se atrevió a chapotear en Splash! famosos al agua. Incluso terminó lanzándose 'a dúo' con la otra folclórica del espacio: Falete. Y, ahora, también ha aceptado cambiar de familia. De hecho, es la primera famosa que sufre este experimento del programa de Cuatro, Me cambio de familia, que se estrena mañana a las 22.30h.
La cantante dejará su casa repleta de comodidades, con un alto nivel económico y sin horarios establecidos, para intercambiar su día a día con Bela, madre de un peculiar clan de artistas de circo ambulante. Allí, en la caravana circense, Toñi sufrirá el martirio de las incomodidades bajo la carpa del circo, conocerá el fuerte carácter del marido de Bela y descubrirá su terror a dar de comer a las simpáticas serpientes. Lo que hay que hacer para perdurar en el show business.
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