OPINION

Loles León y Carlos Areces buscan revolucionar 'Águila Roja'

LOLES LEON CARLOS ARECES
LOLES LEON CARLOS ARECES

Los dos actores se incorporan mañana a la serie de TVE y Globomedia, que sigue imparable en audiencias.

“¡Rajoy, sácanos del cajón!”, gritaba hace un año Loles León en el programa Otra Movida de Neox. Se refería a los capítulos que había rodado, meses atrás, de Águila Roja. La espera ha sido muy larga, pero ya ha terminado. León aparecerá mañana, por primera vez, en la serie de La 1. Junto a ella, también llega el 'chanante' Carlos Areces, que dará vida a su hijo.

Interpretarán a Sagrario de Castro y a Jacobo. Y se incorporan para revolucionar la trama con una maldad que sólo una actriz del carácter de Loles León puede interpretar. Su irrupción en el Palacio de la Marquesa de Santillana causará verdadera conmoción y se convertirán en una amenaza para la Marquesa, su hijo Nuño y el Comisario.

En la trama, sagrario de Castro (Loles León) fue seducida por el fallecido Marqués de Santillana cuando era una joven actriz en una compañía de teatro de segunda. Fruto de la pasión, nació Jacobo (Carlos Areces). El Marqués no reconoció al niño legalmente, pero sí se encargó de su manutención a cambio de que Sagrario no desvelase quién era el padre. Los acontecimientos se precipitan en palacio y las circunstancias favorecen la irrupción de esta insólita pareja que se mueve por ambición personal. El comportamiento extravagante de madre e hijo, sus miserables personalidades y la maldad de sus intenciones dejarán estupefactos a todos.

A sus 50 años, Sagrario encuentra la oportunidad de ser alguien en la vida y disfrutar de todos los lujos y comodidades que cree merecer. Pero a pesar de los aires de grandeza con los que trata a los demás, le es imposible ocultar sus orígenes plebeyos. Su vulgaridad y mal gusto se compensan por su inteligencia y fuerte carácter. Jacobo es un hombre envidioso, mediocre y caprichoso, que siempre ha estado muy mimado por su madre. Sabe desde que era niño que es hijo del Marqués, pero esconde un profundo complejo de inferioridad.

Con este alunizaje de Loles León y Carlos Areces, Águila Roja sigue creciendo. Y es que ese es el otro secreto del colosal éxito de la ficción de Globomedia: no se estanca e intenta constantemente incorporar personajes y tambalear el guion con vueltas de tuerca.

La serie de mayor éxito de los últimos tiempos.

A medio camino entre Los Serrano y una película medieval estilo Tigre y Dragón, esta ficción de Globomedia es un producto redondo a nivel comercial. Y es que esta productora, fundada por Daniel Écija y Emilio Aragón en 1993, ha logrado amasar la fórmula de éxito para llegar a las audiencias más masivas en el territorio nacional.

Pocas productoras consiguen los hitos de público que cosecha Globomedia con sus creaciones que siempre tienen un esqueleto común, disfrazado de las más variopintas temáticas. Desde Médico de Familia hasta El Barco pasando por El Internado. Y ese es el esqueleto ideado para llegar al mayor número de espectadores: diferentes tramas en cada producción que van directas a conquistar a distintos miembros de la familia para, así, multiplicar el interés de la historia en todos los posibles perfiles de la audiencia.

De esta forma, un total de 8.175.000 espectadores siguieron en algún momento el pasado lunes el capítulo de Águila Roja, en donde Gonzalo confiesa a Sátur su intención de pedirle matrimonio a Margarita. 4.967.000 y 25,1 por ciento de cuota vieron la quinta entrega de esta temporada de las aventuras de Águila Roja.

Al final del capítulo, a las 23.41 horas, la serie tocó su ‘minuto de oro’ con 5.524.000 espectadores y una aceptación del 30,5%. La ficción de mayor éxito de los últimos tiempos que supo aprovechar el tirón de la acción de época de algunas sagas cinematográficas de éxito y adaptarla a la idiosincrasia del prime time televisivo español.

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