OPINION

‘El Gran Debate’ de Telecinco cada vez recuerda más a ‘La Noria’

El espacio de Jordi González lideró el sábado con un 15 por ciento de cuota y 1.454.000 espectadores.

La agonía de La Noria arrancó en noviembre de 2011, cuando el programa pagó a la madre de El Cuco por sentarse en el plató. Esta entrevista ocasionó una polémica en las redes sociales hasta derivar en una crisis de cadena por la contagiosa fuga de anunciantes que no querían asociar su imagen con el espacio de Telecinco.

Campofrío, Lactatis Bayer, Nestlé, Milner, Panrico, L’Oreal y Sabadell fueron algunas de las marcas que decidieron dejar de patrocinar el programa ante el malestar de la red social. No querían manchar su producto y, además, la mejor campaña publicitaria parecía que era desvincularse del espacio de Jordi González. Y La Noria no tuvo más remedio que empezar a llenar sus pausas con anuncios de saldo: desde discos de gasolinera hasta anuncios de “compro oro”.

Así que Telecinco, como canal experto en manejar con atino los engranajes de la táctica televisiva, se inventó El Gran Debate. De esta forma, se recuperó el anunciante perdido en el prime time de los sábados bajo otro nombre y, de paso, se apostó por un nuevo formato de debate de actualidad, que pretendía convertirse en un referente político y social en tiempos convulsos.

De hecho, la cadena lo anunció con este mismo argumento: “El momento político y social de gran intensidad que está viviendo la sociedad en este momento propicia un foro de análisis y opinión aún más exhaustivo, con voces cualificadas en distintos ámbitos y especialmente periodístico, político y jurídico, para completar la información que los espectadores reciben desde distintas vías de comunicación”.

Mismos presentadores, Jordi González y Sandra Barneda, para un espacio de actualidad desde un enfoque supuestamente más serio en los sábados por la noche. Pero, con el paso del tiempo y con el endurecimiento de la competencia con un espacio de similares características, La Sexta Noche, la evolución de El Gran Debate cada vez disimula menos su gran parecido razonable con La Noria. Y es que, a falta de los temas del corazón más puro y duro, en el resto de contenidos el programa sigue la exitosa estela de su formato predecesor.

Ya no sólo en la tertulia en la que repiten muchos de los mismos colaboradores de La Noria, pues están testados como polemistas eficaces en el prime time gracias al eterno enfrentamiento entre la derecha y la izquierda, que tan bien funciona al empatizar (para bien y/o para mal) con el espectador que está en casa. Pero, además, también existe otro elemento que va cobrando peso en el programa cada semana: la entrevista a un personaje popular, que era un elemento clave e identificador de La Noria y que ha vuelto con fuerza a El Gran Debate: Bertín Osborne, Concha Velasco o, esta última semana, Lolita son algunos de los artistas que han pasado por El Gran Debate al igual que lo hacían en La Noria. Opinan de la actualidad, pero también hablan de su vida privada. Y han sido los protagonistas del show. Porque el debate político los sábados por la noche también es un show.

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