José Manuel Lara, propietario de La Sexta tras la fusión con Antena 3, ha sido diáfano en una entrevista en la revista Vanity Fair: quiere que La Sexta sea "una televisión de centroizquierda, seria y respetuosa con la derecha. No lo es todavía, estamos en ello'", ha afirmado.
La Sexta, en los últimos años, se ha convertido en un contrapoder televisivo. Los debates críticos, la ironía corrosiva de Wyoming y los programas de cimientos periodísticos, como el exitoso Salvados de Jordi Évole, están dando excelente rendimiento de audiencia a una cadena que está buscando su personalidad. Y justo cuando parecía haberla encontrado... habló su presidente, José Manuel Lara.
El máximo dirigente del Grupo Planeta, con estas declaraciones, manda un mensaje. Pero, ¿a quién? ¿A Moncloa, para que se queden tranquilos? ¿A los trabajadores de la cadena? ¿A la audiencia? De momento, lo que está claro es que esta declaración puede generar desconfianza en una parte del público objetivo que ha conseguido fidelizar el canal en este 'nicho' de línea editorial progresista.
No obstante, con o sin declaraciones de Lara, en Antena 3 saben que sólo de programas de actualidad política no se vive en televisión. Tampoco convirtiéndose en una especie de oposición catódica, pues esa estrategia siempre cuenta con una fecha de caducidad.
Y es que una cadena generalista competitiva debe sustentarse en una programación que esté por encima de un tipo único de formatos. Sobre todo cuando las tertulias suelen cosechar un perfil de público más maduro que, en determinadas ocasiones, es menos jugoso para los anunciantes. Así que La Sexta debe rejuvenecerse de alguna manera para enfrentarse mejor con el atractivo target de su rival directo: Cuatro.
En cualquier caso, ya sin el problema de la deuda de las competiciones deportivas, que no fidelizan espectadores, La Sexta ha construido una sana parrilla que, bajo el paraguas de una mimada imagen corporativa, se sustenta en tres interesantes pilares tácticos: las series internacionales, la cercana actualidad (muy importante que el espectador la sienta 'cercana') y el entretenimiento made in spain.
El entretenimiento es el área que la cadena debe fortalecer más. Alberto Chicote ha sido el primer paso adelante. Vendrán otros. Deberán ser formatos más jóvenes, más atrevidos, más imprevisibles. Aunque también, para continuar creciendo, la cadena verde deberá seguir creyendo en su identidad de marca que, por encima de encorsetadas etiquetas o estereotipos ideológicos, ha alcanzado una valiosa complicidad con un espectador comprometido con la esencia Sexta.
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