OPINION

Gaga, Perry, Cyrus y Timberlake protagonistas de unos insípidos 'MTV Video Music Awards 2013'

LADY GAGA MTV VMA 2013
LADY GAGA MTV VMA 2013

MTV perpetró anoche sus premios a los mejores videoclips del año. Sí, porque MTV es un canal musical que emite videoclips, aunque cada vez sea más complicado encontrar alguno en su parrilla. Pero, ayer, sí que hubo música. Y en directo.

Todo un espectáculo musical, desde el corazón de Brooklyn, para la edición número 29 de los MTV Video Music Awards. Un hito. Es más, hay que reconocer que esta cadena reventó la forma de realizar galas musicales hasta convertirlas en todo un acontecimiento. También este año, cuando la alfombra roja cubrió de glamour las callejuelas que rodeaban el recinto del sarao.

MTV, con estas entregas de premios, rompió con la encorsetada fórmula de gala tradicional para crear un concierto en el que mandaba la puesta en escena imprevisible y versátil. Casi todo valía en este evento social. Sin embargo, esta fórmula no es infinita. De hecho, ya lleva años dando síntomas de desgaste. Menos presupuesto y, también, menos ideas. O eso parece.

Los MTV Video Music Awards, VMA para los amigos, son cada vez más repetitivos. Incluso, las actuaciones, que eran el fuerte, ahora son cada vez menos espectaculares: ha dejado de ser aquella factoría de momentazos televisivos de antaño. Ni Lady Gaga lo consigue ya. Esta madrugada, abrió la gala interpretando su último hit Applause. Pero su show no asombró. Más de lo mismo. Lady Gaga hizo un numerito cabaretero, con un amago de imitar a Raffaella Carrá, pasando por pintarse la cara de colores, hasta terminar, sin demasiada ropa, emulando a algo parecido a una sirenita que quiere ser la Venus de Botticelli. Con dos conchas tapando sus senos. Y así se quedó toda la ceremonia, con las dos conchas. Como siempre, muy discreta.

Tampoco fue tímida Miley Cyrus, que ya sufre el síndrome de "quiero dejar de ser una bondadosa chica Disney para convertirme en un artista que saca constantemente la lengua". De esta forma, su actuación se convirtió en una simulación de Rihanna. Con una diferencia principal: Rihanna no se rodea aún de un cuerpo de baile formado por unos simpáticos osos de peluche gigantes. Miley, sí.

Miley Cyrus, por cierto, actuó frente a la propia Rihanna, que estaba entre lo invitados, y que apareció en pantalla observando con rostro inquietante a la ex Hannah Montana. Amigas no son, está claro. Lo mostró la indiscreta (y sabia) realización de MTV. Y ese es el cimiento que se mantiene intacto en 2013 en los VMA, pues cuentan con una realización visual milímetrica, a la que no se le escapa nada, al mismo tiempo que baila al ritmo de la música en busca del encuadre perfecto.

Eso sí, el clímax de la noche se alcanzó con la aparición de Justin Timberlake, que recibió el premio al vídeo del año, por Mirrors, y el Michael Jackson Video Vanguard por su trayectoria, El golpe de efecto:  Timberlake se reencontró encima del escenario con sus compañeros de la boyband que le catapultó al éxito mundial, 'N Sync. Cantaron juntos, de nuevo. Su mítico: Bye bye bye. Más de una fan treintañera se tiraría de los pelos en ese instante.

Y es que, probablemente, el secreto de los MTV de los últimos años es que los fans han ganado poder y presencia convirtiéndose en el decorado vivo de los artistas. Además, los espectadores pueden votar desde casa a sus ganadores. Para sentirse más partícipe de un evento en donde, en cambio, lo menos importante son los premios. Es el show de la música comercial que sabe ir al grano, generar comentarios voyeaurs desde casa y que no se pierde en las fanfarrias: sólo música, presentaciones rápidas, premios... y publicidad. Mucha publicidad.

LO PEOR

El momento Miley Cyrus. Definitivamente, se les ha ido de las manos promocionar ahora su carrera como 'chica mala'. Peligrosa la delgada linea que separa pretender ser impactante y consumar algo desagradable.

LO MEJOR

El rediseño del galardón: un astronauta que ha sido reinventado por el creador Brian Donnelly, conocido como Kaws, que ya versionó a Mickey Mouse. Ahora la imagen ha ganado personalidad y su presencia en el decorado fue muy acertada. Otro de los puntos claves de los VMA2013 es que mantuvieron la expectación "secuestrando" a Katy Perry durante toda la ceremonia. Lo hicieron simulando que estaba metida en un camión hasta que llegó el instante de cantar Roar: sobre un ring  situado a los pies del Puente de Brooklyn. Manhattan, al fondo. Fue el chimpún final de la noche. Y el programa terminó. Sin más.

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