OPINION

La televisión en España, ¿niñera improvisada de miles de niños?

Ana obregon canguro
Ana obregon canguro

La historia de la televisión ha estado plagada de una larga lista de series con niñeras desastrosas: Maribel Verdú en Canguros, Fran Drescher en The Nanny, Ana Obregón en la rompe-audiencias Ana y los 7... Aunque, al final, más allá de personales, la propia pequeña pantalla se ha convertido en toda una cuidadora improvisada de los hijos de muchas familias.

Es más, los niños españoles están a la cabeza en consumo televisivo, por delante de los menores de Alemania, Francia e Inglaterra, según afirma el estudio Kids TV Report de Eurodata TV Worldwide. Eso sí, aún nos superan los italianos, con una media de dos horas y 49 minutos al día, siete minutos más que el año pasado.

Los pequeños españoles dedican a ver la televisión una media de dos horas y treinta minutos. Un cuarto de hora por encima de la media europea, que se sitúa en dos horas y catorce minutos. En cambio, los alemanes son los más responsables: sólo pasan frente al plasma una hora y 33 minutos.

"Los niños nunca antes habían visto tanta televisión", sentencia Johanna Karsenty, responsable de esta investigación que revela que el consumo televisivo de los menores europeos ha aumentado cinco minutos al día durante los últimos cinco años.

Por suerte, las nuevas generaciones saben discriminar contenidos. Y los dibujos siguen siendo el espacio favorito de los niños.

Bob Esponja, Dora la exploradora y Los pingüinos de Madagascar son los preferidos en nuestro país. También en Italia y Alemania. Mientras que los franceses son más conservadores eligiendo a los tradicionales Tom & Jerry o Piolín y Sivestre. Sus aventuras nunca fallan.

En Inglaterra el caso es diferente, pues la BBC, en su sólido modelo de televisión pública como motor social, sigue apostando por programas infantiles propios para la educación y divulgación. Este tipo de shows, como el mítico Blue Peter, se llevan la palma del consumo entre los 4 y los 12 años.

TVE no es la BBC, ya no produce grandes formatos infantiles como antaño con aquellos espacios, tan inolvidables como creativos, que despertaban la curiosidad de los peques. Irrepetibles son Cajón desastre, Dabadabadá, El Kiosco o La bola de cristal... No obstante, sin demasiados programas de producción propia en el actual panorama español, los niños siguen eligiendo sus sanos dibujos animados entre la marabunta de un mando a distancia que puede ser un peligroso canguro.

Las familias deben tomar conciencia de la importancia de suministrar el tiempo frente al televisor y, también, aprovechar las ventajas que ofrece la oferta 'a la carta' a través de las diferentes webs de los canales, donde se pueden filtrar los contenidos, como sucede en la versión online de Clan TVE. Porque la televisión infantil mejor si es vista en compañía. Y es que también los dibujos animados se hacen para entretener a los papás.

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