OPINION

Sálvame Deluxe invencible: ¿por qué no ha funcionado un formato amable como 'Por arte de magia'?

POR ARTE DE MAGIA
POR ARTE DE MAGIA

Los viernes por la noche siguen siendo territorio de Sálvame Deluxe. La audiencia prefiere el espectáculo de las miserias ajenas a otros programas que ofrece la competencia. De hecho, el rival directo, Antena 3, no consigue dar con una fórmula que rompa el adictivo éxito del cortijo de Jorge Javier Vázquez. Y eso que lo intenta.

El último fiasco ha sido Por arte de magia, un espacio para toda la familia, complementario a Sálvame, que pretendía recuperar la magia a lo grande en la televisión. No lo ha conseguido, No ha funcionado, a pesar de contar con grandes prestidigitadores del país y famosos aprendices a "Harry Potters cañís".

¿Por qué no ha gustado? ¿La audiencia ya ha perdido la capacidad de asombro con los trucos en televisión? ¿El espectador está más resabiado que en otras épocas? No, ni hemos perdido capacidad de asombro ni estamos más resabiados. Es más, nos seguimos creyendo los montajes del polígrafo del Deluxe...

Sin embargo, en tiempos en los que el furor por los magos televisivos ha crecido con programas disfrazados de tele-realidad como Dynamo o Darren Brown, Antena 3 ha optado por un espectáculo en plató con varios problemas en su ejecución, que han propiciado que no transmita imprevisibilidad, palabra clave en cualquier show de la pequeña pantalla. Más aún, cuando se trata de magia.

Y es que, para empezar, el programa evidencia que está grabado. Los cortes de edición son obvios. De esta forma, parece complicado creerse que el truco no está en la realización visual del equipo técnico y no en el mago. Por mucho que digas que no se manipula nada, el espectador duda: pues ve 'tajazos' en el montaje final que cuadra los tiempos de emisión.

Esa es la gran contraindicación de un programa que en directo ganaría mucho, con los magos jugándosela en vivo. Tampoco ayuda un público en plató que no derrocha emoción (parece parte del decorado), un jurado que imita a otros jurados y un guion que intenta reproducir gags ya vistos un millón de veces.

Además, otro de los grandes errores del espacio es que se ha emitido bastantes meses después de ser grabado. Y esto se nota, ya que el programa cuenta con chistes caducados. Por ejemplo, Anna Simon consumando un chascarrillo sobre el pago de un euro por receta sanitaria... Pura actualidad, sí. Estos detalles chirrían aún más y fomentan que el espectador saque su instinto más indiscreto y prefiera los delirios tóxicos de un plató de Telecinco donde puede pasar de todo.

No obstante, la magia en televisión puede volver a funcionar en el prime time de una gran cadena. más allá de temáticas. Eso sí, la magia volverá a triunfar cuando se olvide del tópico oscuro de antaño, sin necesidad de señoras levitando o palomas voladoras. Ha llegado la hora de potenciar los trucos a través de la complicidad con la comedia más espontánea, positiva y luminosa.

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