OPINION

¿Ha llegado la hora de resucitar 'Operación Triunfo'?

OPERACION TRIUNFO 1
OPERACION TRIUNFO 1

Tal día como hoy, de hace doce años, nos despertábamos con una sorpresa: Operación Triunfo había triunfado en audiencias. Nos pilló a casi todos desprevenidos, pues el programa llegó a La 1 con escasa promoción.

Sin embargo, cada semana, el reality de aspirantes a cantantes multiplicó sus adeptos hasta afianzarse como un fenómeno social sin precedentes, logrando un furor inaudito que acaparó las parrillas de programación de todos los canales. No sólo TVE utilizaba las imágenes de su show, el resto de las cadenas también.

No había alternativa. Los magazines debían hablar sí o sí de los entresijos de 'la Academia' de OT o estaban perdidos, el público se esfumaba. Y es que el programa consiguió un casting apoteósico gracias a los variopintos perfiles de concursantes elegidos, que se complementaban hasta arañar la emoción de cada miembro de la audiencia.

De hecho, desde entonces, las cadenas intentan reproducir castings de similares características y fracasan. Lógico, ya que este grupo de apasionados jóvenes desprendían una espontaneidad única por tres factores: eran genuinos, tenían talento por explorar y, sobre todo, eran vírgenes en un formato de esta singularidad, al ser los primeros. No sabían a qué se enfrentaban. Y, claro, la mezcla transmitía una verdad bestial, que se irradiaba en la convivencia de las clases y en la espectacularidad de las galas semanales, donde se implantó un repertorio que aún sigue inspirando a programas como La Voz.

Pero ya no estamos en 2001. Los gustos musicales no son los mismos, la televisión tampoco. No obstante, hay sectores de la audiencia que se sienten huérfanos de talents show que den tiempo a coger cariño a los concursantes.

Y ese justamente era el secreto de Operación Triunfo. Toni Cruz, Josep Maria Mainat y, el gran creativo catódico, Joan Ramon Mainat consumaron un formato musical que se centraba en la evolución como cantantes (y personas) de unos chicos ilusionados con la música.

Los espectadores les iban viendo crecer cada semana, el programa generaba amores, desamores y odios. En cambio, en la actualidad, esa capacidad de empatizar es más complicada de conquistar en nuestros programas de cazatalentos, donde los participantes van y vienen a una velocidad de vértigo. Por eso mismo, es complejo que mantengan su fama en una carrera discográfica posterior.

El aprendizaje como artistas, junto a un casting redondo, fue clave del fenómeno social de OT, hasta ocupó portadas de toda la prensa política. No ha vuelto a existir un formato con este ADN en nuestra televisión, ¿podría resurgir Operación Triunfo hoy, con una fórmula actualizada y renovada?

En TVE parece poco probable, su presupuesto no puede afrontar un espacio de estas dimensiones. En Telecinco se intuye complicado, tras la desastrosa última edición que se ejecutó en este canal. Pero, ¿y Antena 3? La cadena de Atresmedia necesita otro formato de entretenimiento que sirva de recambio al exitoso Tu cara me suena.

OT suma cualidades que no alcanzó El Número Uno y, además, generaría una expectación curiosa si se creara un acontecimiento sobre su regreso. Eso sí, debería soportar una reinvención en la mecánica, aunque no en su esencia.

El trabajo en equipo y el aprendizaje en 'la Academia', con o sin Nina, puede ser un valor añadido en los efímeros tiempos de la televisión que vivimos. El regreso de OT es difícil, aunque no imposible. Porque, al final, pocos programas en nuestra historia han dejado momentos tan inolvidables como éste:

http://www.youtube.com/watch?v=EyAEsRQRWJo[embed]

Y ADEMÁS…

Canciones infalibles para que triunfe un talent show

Diez años del ‘Europe’s living a celebration’ de Rosa López

La vida de Nina después del frustrado ‘Operación Triunfo 2011′

Mostrar comentarios