El infalible culebrón de los Pantoja: Kiko Rivera arrasa en 'Sálvame'

La vida de Isabel Pantoja es el culebrón perfecto. La tonadillera ha sufrido todos los giros dramáticos posibles en un guion, dignos del serial más redondo. Del amor folclórico al blanqueo de dinero.

Incluso cuando las aguas parecen más calmadas, siempre hay un inesperado vuelco en la historia de la Pantoja. De hecho, en estos días, son sus propios hijos los que están alimentando sus diferencias. Lo hacen a través de la televisión... y del Twitter.

Aprovechando la coyuntura, Kiko Rivera acudió anoche al plató de Sálvame, previo pago de su cuantioso importe. El motivo de la visita a Telecinco era hablar de conflictos varios con su hermana Chabelita y, de paso, presentar su carrera como cantante. Sí, porque Paquirrín también es cantante. A esto se le llama diversificación profesional.

Con este sainete retransmitido, Sálvame alcanzó otro excelente dato de audiencia. 19.4 de share y 2.424.000 espectadores siguieron el programa de Jorge Javier Vázquez en la antesala de la Navidad. En Antena 3, Me resbala aguantaba el tipo con 13.6 de cuota y 2.257.000 fieles.

Aunque de espíritu navideño el espacio deluxe tuvo poco. Paquirrín demostró que no cuenta con demasiados escrúpulos en un estudio de televisión. "Mi hermana va a tener más cuernos que el padre de Bambi", dijo. Tampoco andan muy sobrados de remilgos los responsables de las cadenas, que no esperaron ni un minuto para mostrarnos la cara de Chabelita nada más cumplir la mayoría de edad (embarazada). Incluso se han eliminado los píxeles de las imágenes de cuando era menor y estaba protegida.

En tiempo récord, el rostro de la hija de la Pantoja ha pasado de ser ocultado por obligación a convertirse en una imagen constante en revistas y programas, en una cara familiar para los consumidores del teatro de las miserias ajenas, donde la realidad se deforma para poder vender un conflicto por muy artificial que sea. Ahora sólo falta esperar la aparición estelar de Chabelita en un plató de televisión. Visto el envoltorio familiar, no tardará en ocurrir.

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