OPINION

Cuatro series españolas que triunfaron, pero que hoy serían un estrepitoso fracaso

hostal royal manzanares
hostal royal manzanares

La televisión avanza. Los gustos del público evolucionan. Las cadenas intentan reproducir formatos que triunfaron en el pasado, aunque muchas veces sólo terminan malogrando ideas que arrasaron en su momento. Quizá porque hay directivos que no saben quedarse con la esencia y reproducen lo más obsoleto de la fórmula. No obstante, nuestra historia de la televisión está llena de series de gran calidad. También de otras que no cuidaban tanto los detalles visuales, pero que cumplían a la perfección su función primordial: entretener a millones de personas. Hoy, esas producciones, son consideradas por algunos como 'caspa pura'. ¿Se equivocan?. Analizamos cuatro series que lograron audiencias millonarias y que son imposibles en la televisión de 2014.

HOSTAL ROYAL MANZANARES (TVE, 1996-1998)

Más de 8 millones de espectadores llegaron a seguir esta ficción. Algo especial debía tener, ¿no? Pues sí. Y es que este en particular Hostal había carisma a borbotones y un humor que sabía radiografiar a una sociedad española que ya no es así. Valerio Lazarov consiguió dar en la diana a la hora de trasladar el éxito teatral de Lina Morgan a la televisión. Lo hizo convirtiendo el hoy estudio 5 de Prado del Rey en una sucursal del escenario de La Latina, con público en plató. Importaba poco o nada que los decorados se notaran falsos, o que la iluminación no conociera matiz alguno.

Los diálogos y los actores eran los protagonistas absolutos, con Lina Morgan jugando a ser Lina Morgan y desplegando la chispa, los gags y los guiños que sus seguidores demandaban en cada momento. Al final, de cada episodio, como es tradicional en las obras teatrales, el elenco saludaba. Salía Lina, la última, y la gente enloquecía. Y un efectista plano desde detrás rompía la cuarta pared para mostrarnos al público que habíamos escuchado reír durante todo el capítulo, dando un empaque especial a esta peculiar ficción.

Luego, durante los títulos de crédito, la propia Lina se acercaba a las gradas, y recibía besos, abrazos y regalos que sus fans le habían traído de tal pueblo o tal provincia. Y una cámara cotilla nos mostraba este otro espectáculo plagado de espontaneidad. Lo fácil ahora es decir que Hostal Royal Manzanares era una catetada, pero su éxito solo pudo responder a la brillante inteligencia de sus artífices al captar los gustos del gran público de aquel momento a través de una comedia más crítica y astuta de lo que parecía.

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ANA Y LOS SIETE (TVE, 2002-2005)

Esta versión propia de Ana Obregón del clásico La Niñera rompió los audímetros. Ahora, cada programa que pisa la bióloga-guionista-productora-actriz-presentadora se desmorona en share, pero a principios del milenio la Obregón aún desprendía un magnetismo que atraía a la masa. Protagonista absoluta de revistas del corazón e inolvidable pareja de Ramón García en la pequeña pantalla, Ana dio el salto a la ficción como primera de cartel con una serie en la que interpretaba, con mucha cara, a un clon soñado de sí misma.

Y funcionaba, porque Obregón era como de la familia Y supo incorporar una gran elenco de personajes que atraía a casi todos los segmentos de edades, especialmente a los niños. No había escapatoria: el público se evadía con esta historia ligera que narraba la existencia de una buena chica descocada, un mala muy mala y un millonario atontao. Pero, sin embargo, el público se cansó de la showoman cuando intentar regresar con Ellas y el sexo débil, una revisión de Sexo en Nueva York, Mujeres desesperadas y El Ala Oeste de la Casa Blanca. Mezcla delirante, sí. Aquí, ya no nos la coló.

http://www.youtube.com/watch?v=WDzNS37r4xA[embed]

LLENO, POR FAVOR (ANTENA 3, 1993)

Sólo 13 capítulos. Sólo una temporada. Y un episodio final con máximo de audiencia: 7.131.000 espectadores y un 42,1 por ciento de share. Las privadas, especialmente Antena 3, empezaban a realizar series con más presupuesto y multitud de exteriores. La gasolinera era el centro de las tramas de esta producción de Vicente Escrivá, director que sabía conquistar la complicidad del público gracias a un costumbrismo de largos diálogos en el que se identificaba un público adulto que había crecido a la par de Alfredo Landa. La España de la lucha, el sufrimiento, las creencias, la herencia de la dictadura y la evolución de la pobreza al Estado de bienestar. Después, Escrivá dirigió otras ficciones como ¿Quién da la vez? (1995), Éste es mi barrio (1996-1997) o Manos a la obra (1998-1999). Todas mantenían un patrón, aunque supieron crecer con los años hacia un humor que iba de la mano de una sociedad que se sentía reflejada.

http://www.youtube.com/watch?v=wUt8ZU8Xals[embed]

TODOS LOS HOMBRES SOIS IGUALES (TELECINCO, 1996-1998)

Cinco temporadas duró esta ficción televisiva que no era más que un remake de un taquillazo del cine. Josema Yuste, Luis Fernando Alvés y Fernando Valverde era el trío protagonista que compartía historias con Ana Otero, gran descubrimiento de esta ficción. La vida dura de soltero era narrada a través de chistes manidos, actores sobreactuados, decorados de cartonpiedra y tramas facilonas. Daba igual, entroncaba con una tradición del sainete que aún seguía viva. Eso sí, un sainete que ya empezaba, sin demasiado éxito, querer dejar de ser sólo un sainete.

http://www.youtube.com/watch?v=L7pg1Tnuo4A#t=00m41s[embed]

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